Esta semana dos informes provenientes de la Confederación de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) y de la consultora Deloitte ("Estudio Europeo de Precios de los Servicios Financieros Minoristas"), a petición de la Asociación Española de Banca (AEB) y la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) aportan dos puntos de vista diferentes sobre el mercado bancario: El Informe de la CEACCU ha analizado la evolución de los precios de las comisiones bancarias entre los años 2008 y 2011 detectando subidas en servicios tan usuales como las comisiones por transferencias o el mantenimiento de una cuenta bancaria cifrando este incremento sólo durante 2011 en casi 20 veces el IPC. Entre las que más habrían aumentado las cobradas por transferencias (44%) con una tarifa media de 3,14 euros en enero y 4,53 euros en diciembre de 2011. Le seguirían las comisiones por disposición de efectivo con tarjeta de débito en cajeros de la misma red (29%), con una tarifa media que en enero del año pasado de 0,79 euro y de un euro en diciembre, y la comisión de estudio para créditos y préstamos hipotecarios que, según este Informe, habrían aumentado hasta un 23%.
Por su parte el Estudio de Deloitte y las patronales bancarias, que según fuentes de la propia Asociación Española de Banca (AEB) nace como una “respuesta” a otro análisis previo de la Comisión Europea de 2009 en el que se consideraba a nuestro país entre los más caros junto con Italia y Francia; compara la situación de los servicios financieros básicos asociados a una cuenta corriente de España con países de nuestro entorno como Alemania, Francia, Holanda, Italia y Reino Unido. Para ello se ha buscado una serie de variables, indicadores y coeficientes como las tasas de cambio de entidad, los precios de una cuenta corriente o la dificultad para comprar ofertas de cuentas corrientes de diferentes bancos y cajas. El resultado coloca a España como el más competitivo de los analizados, y sitúa la tarifa media real para un cliente “entre los 50 y 60 euros al año”, un coste que este estudio concluye como “muy inferior al de otro servicios básicos y coste de la alternativa para el cliente”. El estudio sí constata la relevancia de continuar el camino hacia una mayor transparencia “de cara a la clientela” en cuanto a los precios.
Estadística y regulación
¿Con qué versión nos quedamos? Pues, todo depende de los datos que se tomen como referencia. A propósito de su Informe, la CEACCU aclara que se han basado en la media que publica el Banco de España sobre la base de las Tarifas Máximas aportadas por las propias entidades, y que son públicas en el Portal del Cliente Bancario, para calcular la variación tarifaria que ha tenido lugar durante el año:"Nosotros lo que hemos sacado es la variación que los servicios financieros en España han tenido en los últimos cuatro años y concretamente en el 2011", ha declarado Fernando López Romano que es uno de los autores del Informe. En este sentido, desde Banco de España han recordado que las entidades no pueden aplicar tarifas superiores a las declaradas, pero sí inferiores, y que cualquier variación en las mismas se debe de comunicar con una antelación de 15 días. "No es un análisis nuestro entidad a entidad sino que nos hemos basado en los datos del Banco de España, del órgano supervisor, y hemos hecho el cálculo medio que se ha producido en el sector bancario en general, luego puede que no sea la media de tal o cual banco o caja. Nosotros hablamos de la media del sector bancario", ha añadido López Romano. Sin embargo, desde la AEB, creen que la información del Banco de España no refleja el nivel tarifario real aplicado; ya que en realidad no se cobra a los clientes el máximo, y recuerdan que el propio Banco de España lo ha advertido en más de una ocasión.
Por ello, aún admitiendo la posibilidad de que los servicios financieros para clientes minoristas (pequeños consumidores) pudieran ser más asequibles repecto a Europa, López Romano sí sostiene que con los datos del regulador se puede afirmar que se "ha producido un incremento desmesurado y extrapolado" de los precios y pone como ejempleo que las comisiones por servicio, las más utilizadas por los ciudadanos como las que se cobran por domiciliar unos recibos, hayan tenido "un incremento del 22% al 44%". En la misma línea ha destacado que la única limitación que tienen las entidades es que sea un servicio efectivamente prestado y solicitado por el consumidor. Por este motivo, López Romano pide que al igual que está regulada por ley la comisión por cancelación de préstamos, demanda "que a pesar de que sean libres" (las comisiones), el Banco de España haga "algún tipo de recomendación o aviso" a las entidades bancarias y que "la disminución de sus beneficios no sea a costa del ciudadano".
"Libres de decidir"
Desde el regulador confirman que "las entidades son libres de decidir las comisiones que aplican". En este sentido, recuerdan que desde la aprobación de la Ley de Servicios de Pago de 2009 y la más reciente Orden sobre transparencia de las condiciones y requisitos de información aplicables a los servicios de pago el regulador no tiene ya una labor de supervisión (sí de verificación) sobre las conocidas como comisiones de Servicios de Pago (por cheques, transferencias, etc), y que existe una mayor regulación en otras como las hipotecarias. Eso sí, como sostiene el Banco en la última Memoria del Servicio de Reclamaciones (que data de 2010) en la relación entidad cliente es exigible que se le "informe debidamente" sobre la oferta de servicios y los gastos, y que se cuente con su "consentimiento" para estos cobros. En el caso de que estos de que sean servicios habituales, que no sean considerados servicios de pago, estas deben de estar en el folleto de tarifas a disposición del público.