La deuda externa de la economía española alcanza, según datos de Banco de España, los 1,8 billones de euros, alrededor del 164% del PIB. La mayoría corresponde al sector financiero, cuya deuda con el exterior roza los 800.000 millones de euros o el 72% del PIB.
La mayor parte de la deuda total de la economía española, que alcanza el 394% de nuestro PIB según datos de Banco de España, se financia internamente. Para el resto, hay que acudir a los mercados exteriores. Los sectores económicos españoles –entidades financieras, empresas no financieras, y administraciones públicas- tienen una deuda con el exterior cuya cifra alcanza el 164% de nuestro PIB.
Entidades financieras principales responsables de la deuda externa
Tal como puede observarse en los cuadros adjuntos, mientras que en el año 2002 la deuda externa suponía el 77% del PIB, a finales del tercer trimestre de 2011 representa ya el 164% del producto interior bruto. Sin embargo la evolución varía según los distintos sectores residentes.
El endeudamiento externo de las administraciones públicas como porcentaje del PIB apenas ha variado en estos últimos 9 años. Si en 2002 representaba el 23% del PIB ahora representa el 27%.
Sin embargo las entidades financieras sí que han incrementado de manera notoria su deuda con el exterior, siendo las principales responsables de nuestra posición neta deudora frente al extranjero. Si en 2002 su endeudamiento externo representaba el 31% del PIB ahora alcanza el 72%.
El resto de sectores residentes, básicamente empresas no financieras, también han acudido a financiarse a los mercados externos. Si en 2002 su deuda externa representaba el 15% del PIB ahora ya sitúa en el 40% del mismo.
Balance financiero
En el tercer trimestre de 2011, el total del balance financiero de la economía española alcanzaba los 8,91 billones de euros, lo que supone un 825% del PIB nominal de la economía española. El incremento desde el año 2002 ha sido muy notable, pasando de un 600% al 825% actual. Por lo tanto el crecimiento de la economía financiera ha sido muy superior al de la economía real.
Ello explica el fuerte incremento del endeudamiento de las entidades financieras, especialmente en el exterior. Además pone de manifiesto cómo la economía española ha ido perdiendo, en términos relativos, peso en materia de actividad productiva y ganándolo en activos financieros.