El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dicho a sus socios europeos que cree que la reforma laboral que aprobará a mediados de febrero le costará una huelga.
"La reforma laboral me va a costar una huelga", ha confesado Rajoy al primer ministro finlandés, Jirky Katainen, antes del inicio del Consejo Europeo, según se puede escuchar en las imágenes recogidas por las televisiones.
"Ahora viene lo más duro", le dice en otro momento el presidente del Gobierno al primer ministro holandés, Mark Rutte. "Es que nos dejan una herencia muy mala", se justifica.
Rajoy pide liquidez al BCE
El presidente del Gobierno ha expuesto en el Consejo Europeo las reformas adoptadas por el ejecutivo español en materia de consolidación fiscal y ha defendido la necesidad de que el BCE siga inyectando liquidez en el sistema para responder a los problemas de financiación de las pymes.
En su primera intervención ante sus colegas europeos como nuevo jefe del ejecutivo español, Rajoy no ha hecho mención alguna a la posibilidad de que se eleve el porcentaje de déficit en el que podría incurrir España en 2012, a pesar del empeoramiento del escenario económico desde que se decidió que fuera del 4,4% del PIB, según fuentes gubernamentales.
Como encargado de una comunicación sobre la situación de las pymes en Europa, efectuada junto a su colega irlandés, Enda Kenny, Rajoy ha destacado la influencia perniciosa de los problemas de deuda soberana sobre la financiación que pueden obtener las pymes en el sistema bancario.
Asimismo ha explicado las líneas maestras del anteproyecto de ley de Estabilidad Financiera aprobada el pasado viernes, y se ha referido a la reforma del sistema financiero -que verá el próximo Consejo de Ministros- y a la laboral, en la siguiente semana.