El ex responsable de renta variable internacional de Oddo en España, Pablo García, ha creado una joint venture internacional junto al bróker independiente Carax y la firma de análisis Alpha Value, que ya actúa ofreciendo servicios de asesoramiento bursátil en la Península Ibérica. García opera desde Mónaco, donde tiene están las oficinas de Carax, aunque contempla la apertura de sede en Madrid en un plazo aproximado de un año. Asimismo, maneja otros planes de crecimiento a medio plazo.
El experto destaca que este es el primer proyecto internacional realizado por españoles, basado en MiFid, es decir, independiente al máximo. Carax no tiene propietary trading que opere por cuenta propia y ofrece ejecución en cualquier mercado del mundo. “Ya hemos realizado operaciones en Japón, Australia, EE.UU. y toda Europa”, apunta García. Por su lado, Alpha Value no tiene gestora ni bróker, "por lo que el servicio de análisis no viene marcado por ningún sesgo corporativo".
Su área de actuación es España, Andorra, Portugal e incluso Gibraltar. Pese a que apenas tienen tiempo de vida, han captado ya 30 cuentas de clientes y esperan acabar el primer trimestre con 50.
A partir de ahí, confían en ir creciendo y, sobre todo, ir mejorando los volúmenes de contratación, algo que será duro ya que “en España, el mercado está en retroceso”. García es crítico con el mercado doméstico: “España tiene poco volumen pese a los buenos precios que ofrece en intermediación. Las cifras de contratación son impropias del tamaño de la economía”.
¿Es un buen momento para lanzar este tipo de proyecto, sin parangón en España? Su responsable destaca que “las entidades financieras españolas están limpiando sus balances y necesitan tener a sus clientes invertidos en depósitos, básicamente por seguridad”. No están promocionando sus fondos de inversión de renta variable “a pesar de dejarle mejores márgenes”. La situación específica de España causa, además “que las tesorerías de los bancos estén paralizadas esperando nuevos procesos de fusión o digiriendo los ya iniciados”. Por su lado, la banca privada “está mínimamente expuesta a la renta variable por la falta de confianza actual”, afirma.
No obstante, “desde Carax-AlphaValue hemos dado un giro a nuestra aproximación a los mercados internacionales de renta variable incrementando paulatinamente la exposición”. Asumiendo las dificultades de este primer trimestre del año, “prevemos claras mejorías para el segundo semestre y debemos iniciar el proceso de switch hacia posiciones con menos aversión al riesgo”.
Hay factores positivos: “los planes de ajuste, los cambios de Gobiernos, la coordinación de bancos centrales, las fuertes inyecciones de liquidez del BCE, las colocaciones de deuda, la férrea postura de Alemania, la convergencia fiscal, las valoraciones atractivas…”
Si las cosas funcionan debidamente, Carax-Alpha Value prevé la apertura de una mesa de operaciones con derivados, en el futuro e incluso no descarta abrirse a otros países, como Francia o Reino Unido con este mismo modelo.