"Fuera de las cuatro entidades controladas por el FROB (Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria) es complicado ver una entidad inviable (en el sector financiero español)". Según el rebautizado mensaje que salió ayer de un despacho del Ministerio de Economía, Bankia no tendrá problemas para acometer una fusión siempre que ésta, como recalcan desde el gabinete de Luis de Guindos, sea "viable". La famosa exigencia lleva, desde principios de semana, poniendo de nuevo en el disparadero a la entidad que preside Rodrigo Rato. De hecho, el lunes, fuentes de Economía reconocían que las entidades con ayudas públicas, de las que se dudaba de su viabilidad, no podrían participar en procesos de fusión, como así lo habilitaba el reciente cambio en la normativa del FROB.
El cambio de mensaje ahora en Economía es radical. A la viabilidad de una fusión incluso se puede llegar por el camino de la unión de dos entidades que sean inviables. "Dos entidades que tienen problemas pueden generar una tercera que, en el momento de nacer, puede que sí sea viable", reconocen las mismas fuentes que, en ningún caso, quisieron detallar nombre alguno.
La nueva línea en Economía abre de nuevo una salida a entidades como Bankia o Banca Cívica, a las que, en los últimos días, se les había cerrado la posibilidad de convertirse en compradores en futuros procesos de concentración o de tener futuro en solitario. De hecho, estas dos vías serán los principales argumentos que defenderá hoy Rodrigo Rato en la presentación de resultados de Bankia correspondientes al pasado ejercicio.
Lo que también parece es que en Economía dudan de que el saneamiento del ladrillo de la banca vaya a provocar un tsunami de fusiones, como parecía en un principio. A excepción de Unnim, Banco de Valencia, Novagalicia y Catalunya Caixa, que acabarán subastadas, desde el gabinete de De Guindos no esperan que se produzcan más de "un par o tres" de nuevas fusiones. "Hay entidades medianas que tampoco se tienen por qué fusionar en estos momentos", explican. "Pueden hacerlo más adelante", insisten.
El nuevo mapa financiero se conocerá el próximo 31 de marzo, como adelantó Vozpópuli. Ese día, las entidades tendrán que comunicar al Banco de España tanto sus planes de provisiones, como si van a participar en un proceso de fusión. Si es así, deberán detallar el nombre de los futuros socios para que el Banco de España pueda dar el visto bueno a la operación. Junto al regulador, la vigilancia de los mercados será otro de los actores que determinará la reforma. "Hay que cerrar las cosas lo antes posible", sostienen en Economía.
Sin embargo, algunos analistas internacionales están ya empezando a poner el acento en la credibilidad del saneamiento inmobiliario de la banca española a raíz de los números y de las soluciones que están detallando las entidades. "Con las entidades que faltan por publicar sus necesidades será complicado llegar a la cifra de los 50.000 millones y, si no se llega, pueden volver las dudas", aseguran desde un banco de inversión, después de que la suma de necesidades de provisiones del Santander, BBVA, Caixabank, Popular, Sabadell, Ibercaja, Unicaja, Banca Cívica, BMN, Bankinter y Kutxabank apenas superen los 22.000 millones.
"Salen 49.000 millones y pico", se reafirman en Economía, después de que el Banco de España haya cuadrado con todas las entidades sus necesidades de provisiones con datos del 31 de diciembre. "Sólo hay una entidad en la que ha habido una discrepancia y es porque reclasificó más de la cuenta sus activos de normal a subestándar y moroso", explican en Economía. Ese desfase es de 1.000 millones de euros.