El candidato socialista a la Junta, José Antonio Griñán, quiso saber hace un mes la disposición de González a participar en su campaña. La respuesta del interesado no se hizo esperar: tenía prevista una gira por Colombia, Venezuela y Brasil que le iba a impedir estar en España y acompañar a su partido en los mítines planificados en Andalucía. Todo lo más, se comprometía a participar en el cierre de campaña, que será en Sevilla el próximo viernes. Está confirmada la presencia de Griñán y Rubalcaba, pero el presidente de la Junta en funciones todavía no tenía totalmente confirmada ayer la presencia de González, según fuentes socialistas.
Esta es la primera ocasión en que en unas elecciones autonómicas en Andalucía Felipe González y Alfonso Guerra no son una parte destacada del paisaje. El segundo también ha rehusado tener un protagonismo especial y se ha limitado a acudir a algunos de los actos donde ha sido llamado por los comités provinciales del PSOE. Y eso que la lista de Guerra fue la más votada en Sevilla en las pasadas elecciones generales. Donde sí he hecho algo de campaña González ha sido en Asturias, tierra donde también se ha prodigado más Alfonso Guerra.
El ambiente en el PSOE andaluz se ha vuelto muy contaminado porque a este desapego de los antiguos pesos pesados se suma el hecho de que Griñán apostara por Carmen Chacón en el pasado congreso federal. Buscaba una imagen fresca y joven para revitalizar su cartel electoral, pero ha tenido que aparecer finalmente en los mítines junto a Rubalcaba, alguien que a los ojos del presidente de la Junta no aporta votos y, por añadidura, está demasiado vinculado a Manuel Chaves, escondido durante toda la campaña.
Las encuestas que manejan los dos principales partidos coinciden en que Javier Arenas conseguirá la mayoría absoluta el próximo domingo de una forma holgada, sin necesidad, por tanto, de tener que pactar con ningún otro grupo político para alcanzar el gobierno regional. El desánimo que se respira en las filas del socialismo andaluz por las negras perspectivas electorales ha dado pie a la versión más extendida en el equipo de confianza de Griñán: “González nos ha dejado tirados”, asegura un veterano diputado de su cuerda.
La excusa viajera de González ha sido una verdad a medias, se comenta en el PSOE. Es verdad que la primera semana de marzo viajó a Colombia y que después ha estado en Venezuela dando una conferencia sobre la influencia del Fondo Monetario Internacional en las políticas económicas de los países sometidos a su tutela. Después, tenía previsto viajar a Brasil. En Caracas ha coincidido con los ex presidentes Henrique Cardoso (Brasil) y Ricardo Lagos (Chile) y ha abierto el camino para la visita que realizará a finales de esta semana José Luis Rodríguez Zapatero al territorio Chávez para intervenir también en una conferencia, en esta ocasión no pagada por la banca, sino por la cámara de comercio venezolana.
Zapatero estará el viernes y el sábado en Caracas, donde desvelará cómo “tomar decisiones acertadas en tiempos de transformación”. Este es el título de su conferencia en las jornadas empresariales organizadas en la capital de Venezuela, donde es presentado como “una de las figuras destacadas del ámbito internacional”. Fuentes cercanas a Zapatero informan que esta conferencia es ajena a la agenda de la Fundación Ideas, donde el ex presidente tiene despacho al lado de su primo, José Manuel Vidal, su antigua mano derecha en Moncloa, y de Gertrudis, su secretaria. “Zapatero, como todos los ex presidentes españoles, tiene caché en Latinoamérica”, añaden las mismas fuentes, que se dicen desconocedoras de cuanto cobrará el interesado por su charla.