El ‘culebrón’ del DNI de la infanta Cristina generó un verdadero ‘tsunami’ en la Agencia Tributaria. Su directora, Beatriz Viana, fue relevada “a petición propia” por Santiago Menéndez. Dos días después, se producen los cambios en la primera línea. Especialmente llamativo resultó el nombramiento del adjunto al director, Daniel Gómez Aragón, un inspector que acababa de incorporarse en enero a la Agencia Tributaria. Muchos inspectores no entienden cómo alguien de la última hornada accede directamente a ser la mano derecha del director. La clave está en que cerca de la mitad de los 1.500 inspectores son puestos de confianza, lo que dificulta la profesionalización, la independencia y la estabilidad en el puesto.
Con esa mitad de inspectores en libre designación, lo lógico es que prosigan los cambios. Este martes se removió prácticamente a todo el departamento de Gestión Tributaria, ahora al mando de Rufino de la Rosa. El hasta ahora subdirector general de Técnica Tributaria del citado departamento, Juan Ignacio López Lubián, cesa para dejar paso a Rosa María Prieto Rey. Más: José María Pérez Martínez, hasta ahora jefe de la Oficina Nacional de Gestión Tributaria del Departamento de Gestión Tributaria es relevado por José Luis Adriansens Cárdenas.
Suma y sigue. La hasta ahora subdirectora general de Planificación y Coordinación, Ascensión Maldonado García Verdugo deja su puesto a Ana María Arce García. Y Pilar Ríos Espulga, hasta ahora subdirectora de Información y Asistencia Tributaria del departamento de Gestión Tributaria es sustituida por José Luis Ruiz Mingo.
Gestión Tributaria no ha sido el único departamento en sufrir cambios. El nuevo director de Recursos Humanos, Manuel José Rufas Vallés, releva al hasta ahora director adjunto. Salvador Martínez Arroyo es sustituido por José Antonio Bravo Calvo. Muchos cambios en las segundas líneas que probablemente no han acabado. Los subinspectores advierten que los cambios “no se suelen dar con esta celeridad”.
El ambiente en la Agencia Tributaria es de cierta interinidad y nerviosismo. Entre otras cosas porque todavía no se ha dado una explicación razonable del episodio de los DNI y porque la imagen de la Agencia ha quedado dañada por la orden de la directora de recaudación de efectuar “operaciones mediáticas”. “Hay demasiada gestión masiva como la de los inmigrantes retornados y muy poca de investigación del gran fraude en las grandes empresas y los grandes patrimonios”, denuncia el presidente del sindicato de subinspectores Gestha, Carlos Cruzado. Cambio de caras, pero, ¿cambio de política? “Ojalá. La OCDE ya nos ha sacado la tarjeta amarilla para que luchemos contra la elusión; esperemos que estos cambios sean algo más que cambio de caras”, concluye Cruzado.