España

Más de 200.000 personas en España no pueden beber agua del grifo por los nitratos

Dolor de cabeza, mareos, cansancio, vómitos, aceleración del latido cardíaco, pérdida de coordinación muscular y coloración azul de la piel son algunos efectos adversos del consumo prolongado de agua con exceso de nitratos

  • Agua del grifo.

La contaminación por nitratos originada por la agricultura intensiva de regadío y las macrogranjas afectó al agua disponible para el consumo de más de 200.000 personas (214.851) de 171 municipios españoles "especialmente de la denominada España vaciada" a lo largo de 2022. Así lo indica el informe recogido por EFE 'La contaminación por nitratos y su impacto en el medio ambiente y el agua de consumo humano' elaborado por Ecologistas en Acción, según el cual en ese mismo año un 37% de las aguas subterráneas y un 11% de las superficiales superaron los límites permitidos de este contaminante, de 50 mg/l (miligramos por litro). "Dado que ambas actividades económicas siguen creciendo en nuestro país, es previsible que también lo haga al mismo ritmo esta contaminación", advierten los ecologistas, según los cuales el daño generado no solo supone "un grave riesgo" para la salud humana, sino que afecta "en muchos casos de forma casi irreversible" al ecosistema.

El informe, elaborado con datos del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico solicitados por la organización ecologista, también señala que el límite actual de 50 mg/l, estipulado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), "es insuficiente y debiera reducirse" hasta los 4 mg/l para "asegurar un agua pública de calidad" y proteger a la población.

El coordinador del Área del Agua de Ecologistas en Acción, Koldo Hernández, encargado de presentar este estudio, ha insistido en que las poblaciones afectadas pertenecen en su mayoría a zonas rurales, las cuales "están perdiendo muchos derechos, incluyendo el de un agua potable de calidad". "Resulta inadmisible" que se permita el porcentaje de nitratos, dada su implicación en el desarrollo de cánceres y siendo el límite permitido para los ecosistemas fluviales la mitad que el permitido para el agua de boca, ha indicado.

Dolor de cabeza, mareos, cansancio, vómitos, aceleración del latido cardíaco, pérdida de coordinación muscular y coloración azul de la piel son algunos efectos adversos del consumo prolongado de agua con exceso de nitratos, que también "está asociado a malformaciones congénitas" y se deben a la metahemoglobinemia, una forma de hemoglobina que no puede transportar oxígeno y puede impedir su llegada a los tejidos.

"Un 40% del territorio no se analiza"

Para Koldo Hernández, en realidad "los datos deberían ser más escandalosos" ya que "un 40% del territorio no se analiza" y el 60% restante solo una vez anualmente, "lo que no quiere decir que el resto del año no pueda superar la cantidad permitida".

"El agua pública de calidad es un derecho" que la administraciones públicas deben asegurar, ha recordado Hernández, ya que "el agua embotellada, que en muchas ocasiones también sale de abastecimientos públicos, no es la solución". En ese sentido, las aguas subterráneas "son las grandes olvidadas", ya que faltan estudios al respecto y ha citado como ejemplo el caso concreto de Baleares, donde prácticamente no existen aguas superficiales y se detectaron niveles de contaminación "elevadísimos" en sus acuíferos.

La organización ecologista ha exigido la reducción del uso de abonos nitrogenados, al menos el 20%, de acuerdo con la conocida 'Estrategia de la granja a la mesa' de la UE, y el freno a la expansión de la ganadería intensiva tanto a nivel nacional como autonómico.

"Contaminar sale gratis y vivir de una forma saludable cuesta dinero", ha resumido Hernández, quien ha instado a las instituciones públicas a poner una solución a este problema que incluya el pago de sobrecostes de la potabilización del agua por parte de los responsables económicos causantes de la contaminación.

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