"Me he reunido con mi equipo durante más de una hora para decirles, en primer lugar, que soy clara y rotundamente inocente y que confío ciegamente en la justicia y espero que se demuestre lo antes posible mi inocencia. (...) Para ser alcalde de Collado Villalba se necesita capacidad, fuerza e ilusión, y ahora no las tengo. En este acto, por lo tanto, quiero anunciar mi dimisión", decía Agustín Juárez a los medios convocados para una rueda de prensa.
El exregidor explicaba que estos días habían sido durísimos para él y para su familia, y que en cuanto salió en libertad reunió a su equipo y pidió que se creara una comisión de investigación presidida por un miembro de la oposición, además de la celebración de un pleno extraordinario para que se estudiara esa contratación de eficiencia energética con la empresa Cofely, para que en el caso de que el gabinete jurídico estimara que había habido alguna irregularidad, se procediera a anular el contrato.
"No hay nadie más interesado que yo en que se aclare esta situación. Durante estos días he necesitado tiempo de reflexión para no tomar ninguna decisión en caliente y ver qué es lo que más me interesa a mí y a los vecinos de Collado Villalba", comentaba antes de anunciar su dimisión.
Agustín Juárez se vio salpicado por la trama de Francisco Granados y la contratación con la empresa Cofely. Según las informaciones publicadas, alguien del medio de comunicación de El Faro de Guadarrama habría puesto en contacto a la empresa con el alcalde, que le debería a este medio gran parte de la campaña que le llevó a la alcaldía, y habría permitido un acercamiento a las propuestas de Cofely. Pese a mantener su inocencia, se ha visto forzado a dimitir, ya que de lo contrario su partido le habría hecho una moción de censura.