La salida a la luz pública de un paquete de más de doscientas propuestas de racionalización y reducción de gasto propuesto por diversos gobiernos autonómicos, adelantado por Vozpópuli y 'El País', ha caído como una bomba en algunos ejecutivos regionales, que la han tachado de 'juego sucio' y hasta de 'chantaje'.
El ministro de Hacienda parece que se ha cansado de ser el malo de la película. Las diferentes medidas de ajuste, siempre impopulares, que han de aprobar y poner en marcha las autonomías para cuadrar sus cuentas, pasan inmediatamente a adjudicárselas al Gobierno central. "La culpa es de Montoro", es el mantra que se difunde desde algunos gobiernos regionales, que venden la idea de que es Moncloa quien aprieta y ellos no tienen más opción que acatar órdenes.
Cuadrar el déficit y los números
Como señal de advertencia, desde el Gobierno central se deslizó días atrás una colección de las decenas de sugerencias que ha venido recibiendo desde los gobiernos autonómicos para conseguir cuadrar sus déficit y sus números. La publicación de alguna de esas más de doscientas medidas ha provocado un enorme malestar en los diversos gobiernos regionales. Pese a que en ningún momento se especifica qué autonomía sugería tal o cual recorte o ajuste, la sola difusión del paquete ha llevado a que muchos consejeros autonómicos se palpen la ropa antes de endosarle el precio de los ajustes "a Madrid", como viene siendo habitual.
"Ellos son los buenos y en Moncloa somos los perversos, los que imponemos los sacrificios, los hombres de negro", ha apuntado una fuente del Ejecutivo. "Ahora les toca a las comunidades cuadrar las cuentas". Y para hacerlo, han enviado a Hacienda una serie de medidas tan duras como ampliar las horas de trabajo de los funcionarios, aplicar nuevos copagos tanto farmacéuticos como hospitalarios o aumentar el número de alumnos por aula. También el euro por receta, rechazado siempre por el Gobierno, ha sido una de las sugerencias más recurrentes de esta larga lista de propuestas enviadas desde todas las comunidades.
La publicación de este 'borrador de los ajustes y los disparates' ha sido una muy seria llamada de atención antes de que los consejeros económicos afilen el lápiz con vistas a la próxima reunión de Política Fiscal y Financiera, que se celebrará la semana próxima. Y para que quede en evidencia que no es el Gobierno de Rajoy quien impone los recortes, sino que se trata de propuestas, la mayoría de ellas inasumibles, de los diferentes equipos de gobiernos autonómicos.
"Esto es una especie de chantaje, de muy mal estilo", comentaba ayer a este periódico el consejero de un gobierno autonómico del PP. Ya entendemos, venía a subrayar, que en Hacienda estén hartos de que les lleguen todos los palos, "pero aquí cada cual tenemos nuestro papel y nuestras responsabilidades", añadía.
En vísperas de la entrada en un año de elecciones autonómicas, algunos presidentes regionales son conscientes de que llevar a cabo la moderación en el gasto que necesitan para ajustar sus cuentas puede pasarles factura a la hora de las urnas. De ahí que deriven el tiro hacia el Gobierno central. Y que Moncloa haga lo propio y filtre algunas de las barbaridades en las que están pensando incurrir desde las autonomías. Un aviso a navegantes desde el Gobierno central para quienes basan su estrategia política en culpar de su impericia o de su ineficacia al de más arriba o al que está más lejos. Parece que la guerra ha comenzado.