¿Por qué en 2011 el Ayuntamiento tasó una parcela del periférico barrio de Las Tablas, propiedad del Real Madrid, en más de 22 millones, es decir, 46 veces más que en 1998, cuando ésta valía 488.000 euros? ¿Por qué se tasaron 3.600 metros cuadrados de suelo adyacente a las torres de evacuación del Santiago Bernabéu, donde ya se levantaban los pilares y contrafuertes del estadio, por 6,9 millones, una revalorización de 0,6 veces que no se corresponde con el precio medio del Paseo de la Castellana con Concha Espina? Interrogantes que perturbarán a quien tomara tales decisiones en el Ayuntamiento de Madrid, de acuerdo con la investigación emprendida por la Comisión Europea sobre el supuesto pelotazo del Bernabéu en el que, según Competencia, Cibeles pudo haber dejado de ingresar 200 millones de euros, como trascendió el miércoles.
Aunque la alcaldesa es Ana Botella, hay un personaje que encarna los desmanes capitalinos que Bruselas persigue destapar: Alberto Ruiz-Gallardón. “No nos ha sorprendido la noticia de la investigación de Bruselas”, dijo este jueves el portavoz de UPyD David Ortega, la única formación que votó no a la Operación Bernabéu, “ya que en la relación entre el Real Madrid y el Ayuntamiento hay una larga historia de convenios incumplidos, intercambios de terrenos y valoraciones urbanísticas poco claras que es necesario investigar”. Pero si el partido magenta criticó en su día la pérdida de 10 millones de euros para las arcas municipales, la Comisión Europea habla de 200 kilos.
La cuestión de Las Tablas
En el trasunto de la parcela de Las Tablas reside el meollo de la cuestión que inquieta a la UE, aunque remontarse al origen de la historia puede significar poco menos que sufrir un ictus: los acuerdos Consistorio-club de fútbol para remodelar el estadio parten desde mucho antes, desde 1991, y continúan en 1998 con el traslado de la antigua Ciudad Deportiva. En esa transacción tan beneficiosa para el equipo merengue (recibió 385 millones de euros), el Real Madrid se hizo con la parcela de Las Tablas, pero problemas de titularidad le impidieron usarla. En 2011, trece años después, Cibeles la tasa en la cantidad imposible de 22,7 millones, y a cambio cede varias propiedades, entre ellas cuatro terrenos en Carabanchel, una finca en Valdebebas y la franja de tres metros de ancho que rodea el Bernabéu. Esta última se tasa en 6,9 millones: un regalo.
Carabanchel por Castellana
No termina la cosa, como recuerdan portavoces de Ecologistas en Acción en Madrid: “No contento con esta operación, el Club devuelve al Ayuntamiento los terrenos de Carabanchel”, y a cambio “recibe la edificabilidad de su centro de ocio, los más de 6.000 m2 de la zona conocida como La Esquina de la Castellana”. Ahora el Real Madrid cederá la esquina, en la confluencia entre Concha Espina y Padre Damián, para zonas verdes a cambio de erigir un centro comercial de similares proporciones pero en el Paseo de la Castellana, al otro lado del coso. Un aparcamiento privado completa el trueque.
“¿Y la ciudadanía de Madrid que recibirá a cambio?”, se preguntan los Ecologistas. “Una parcela de 5.216 metros cuadrados en la esquina del Bernabéu para zona verde, que ya lo era antes de 1991, y cuatro parcelas en Carabanchel, que ya eran de titularidad pública antes de que en 2011 el Ayuntamiento se las cediera al Madrid. La desproporción de beneficios habla por sí misma”.