El estadio Vallehermoso acogió competiciones internacionales de atletismo, campeonatos de España y el famoso 'Meeting de Madrid'. Por sus calles corrieron figuras internacionales y mitos de la historia del deporte español. Era un referente, tanto para profesionales como para jóvenes atletas y aficionados, pero todo eso forma parte del recuerdo. Aunque ése no era el plan. El por entonces alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, prometió a los madrileños un nuevo estadio con más capacidad y mejores infraestructuras, todo para convertirse en emblema de un Madrid que pretendía ser olímpico en 2016. La 'corazonada' de Gallardón, convertida después en obsesión, precipitó las cosas. En 2008 las excavadoras entraron en el recinto reduciendo a escombros casi medio siglo de historia. Seis años después ni hay estadio, ni se le espera.
En efecto, Vallehermoso necesitaba una urgente renovación, pero en lugar de la prometida pista de atletismo, los vecinos del castizo barrio de Chamberí tienen desde entonces un solar abandonado con el que el Ayuntamiento aún no ha decidido qué hacer. La parcela, situada en la zona posterior del recinto, quedó excluida de la parte que el Consistorio sacó a concurso en 2011 para que una empresa se hiciera cargo de la construcción y la explotación del nuevo complejo deportivo -aún en obras-, así que ahora tiene inutilizados 23.500 metros cuadrados de suelo público -según la ficha de licencia de obras- en una de las zonas más cotizadas de la capital. No hay dinero para levantar el estadio, pero si no quiere invertir, tendrá que pensar en alternativas. De momento no hay órdenes de hacer algo con ese 'agujero': "Eso no se toca", responde un operario. Fuentes del Consistorio que dirige Ana Botella aseguran a Vozpópuli que "hay varias ideas que se están estudiando, pero de momento no hay ninguna decisión". Es un tema incómodo para el Ayuntamiento, por lo que despachan las preguntas de forma tajante: "Cuando haya una decisión se comunicará".
El Ayuntamiento podría modificar la dotación del suelo y cambiar su actual uso deportivo por el comercial o edificable. Es un proceso largo y complejo, pero dispararía su valor
Sucede que estos terrenos tan golosos tienen un uso deportivo, lo que significa que el Gobierno municipal no puede hacer otra cosa con ellos, salvo que modifique la dotación de ese suelo y lo convierta en edificable. El Ayuntamiento tiene instrumentos para hacerlo y de ese modo dispararía su valor actual hasta diez veces, aunque se trata de un proceso largo y complejo. Así, de entre los 100 y 120 euros que se estima que vale el metro cuadrado del suelo de uso deportivo, se pasaría a los 400-600 euros/m2 en el caso del uso comercial o construcción de oficinas (hasta 14 millones por la parcela entera), y hasta los 800-900 euros/m2 en el caso más improbable de que la dotación fuera para uso edificable y residencial (hasta 21 millones de euros). Todas éstas, son valoraciones aproximadas de acuerdo con fuentes consultadas. Si se produjera tal cambio de dotación, la empresa interesada en los terrenos públicos debería además compensar al Ayuntamiento con otro suelo similar.
Tras quedar desierto el concurso en 2007, el Ayuntamiento segregó la parcela en 2011, excluyendo del proyecto el solar de 23.500 m2 donde debería ubicarse el estadio, hoy convertido en un agujero
En el entorno municipal circulan rumores que apuntan a la futura construcción de locales y/o aparcamientos, por lo que desde UPyD muestran preocupación. "Al ser año preelectoral pueden entrar las prisas y tomar decisiones precipitadas, como ocurrió cuando se demolió, que tiraron de piqueta antes de tener un plan B y al final lo han hecho de la peor forma posible", asegura una concejal de la formación magenta. UPyD se refiere al momento en el que el Ayuntamiento sacó a concurso la construcción de un estadio con polideportivo. Era el año 2007 y ninguna empresa quiso asumir una obra de más de 100 millones de euros, por lo que el concurso quedó desierto. Ya en 2011 el Ayuntamiento cambió de estrategia y apostó por segregar la parcela, sacando del proyecto la parte más grande en la que debía levantarse el nuevo estadio, "más difícil de rentabilizar". En la otra, de 19.000 m2, promovió el proyecto, finalmente adjudicado a una UTE (Unión Temporal ed Empresas) encabezada por Ingesport. Aunque se insistió en que no costará ni un euro a las arcas municipales, el Estudio de Viabilidad recogía una aportación del Ayuntamiento de 400.000 euros anuales.
Centro de gestión privada con spa, gimnasio y zona estética
El nuevo polideportivo será de gestión privada, o de gestión indirecta como diría el Ayuntamiento. Esto significa que conservará la esencia y los precios municipales porque los vecinos podrán usar el abono Deporte Madrid, pero la empresa desarrollará actividades 'extramunicipales' con las que obtendrá un beneficio durante los 40 años de explotación. A lo largo de más de 7.000 m2 de instalaciones, el nuevo centro ofrecerá, además del pabellón polideportivo, spa con sauna y baño turco, tres pistas de pádel, piscina, sala de musculación, y hasta zona de estética y fisioterapia, además de un aparcamiento de casi 500 plazas. Aunque en el Consistorio aseguran que el nuevo Vallehermoso estará listo en verano de este año y que la obra está dentro de plazo, lo cierto es que su inauguración se anunciaba para 2013.
El nuevo centro deportivo de gestión privada no tendrá un estadio de atletismo de alta competición, pero sí piscinas, pistas de pádel, spa, gimnasio y aparcamiento
Cuando el moderno y atractivo complejo esté terminado, el Ayuntamiento se felicitará por el gran proyecto que brinda a los ciudadanos, pero ahí quedan los seis años de obras y polvorín y, sobre todo, el fantasma del estadio de atletismo. Los madrileños, si conservan la memoria, se acordarán de que el propio Gobierno municipal les prometió un estadio cuando aprobó la demolición de las pistas obsoletas. Si no lo recuerdan no importa, porque su compromiso quedó por escrito: "Tras su reforma, Vallehermoso contará con un estadio de atletismo de alta competición, cuya pista tendrá 400 metros de cuerda, con 8 calles; un graderío con capacidad para albergar 10.000 espectadores y diversos espacios auxiliares destinados a deportistas, público asistente y servicios técnicos", decía el Ayuntamiento en una nota de prensa de 2008.
Un problema de mantenimiento
La concejala y portavoz de UPyD en la Comisión del Pleno de las Artes, Deportes y Turismo, Patricia García, cree que el Ayuntamiento de Madrid debería sacar adelante el estadio y cumplir con sus promesas cuando la economía lo permita. "Esto es un tema de política deportiva y el PP se equivoca. Dentro de las competencias propias del Ayuntamiento está la de dar servicio a los ciudadanos, lo que ocurre aquí es que el atletismo no resulta un deporte rentable económicamente". Critica además que la corporación local se embarque en obras faraónicas que "o no revierten en el ciudadano o se abandonan a mitad de camino". Es el caso de la Caja Mágica -que costó 300 millones y solo acoge el Masters de Tenis-, el estadio de la Peineta, o el Centro Acuático, un esqueleto de hierros y hormigón cuyas obras no avanzaron al ritmo esperado y los fracasos olímpicos acabaron por paralizar. "Vallehermoso sí revertiría en los ciudadanos porque serviría tanto para eventos internacionales como para uso diario", apunta García.
La peculiaridad del barrio de Chamberí es que es una zona pequeña muy densamente poblada en la que viven más de 145.000 personas que apenas disponen de instalaciones municipales. Pero prescindir del estadio de atletismo no solo afecta a este distrito, sino a toda la ciudad porque actualmente solo el Centro Deportivo de Moratalaz cuenta con homologación y además no está en las mejores condiciones. La concejala destaca el deterioro tremendo que está sufriendo el patrimonio de los madrileños después de invertir mucho dinero y esfuerzo. "En los años 80 se hicieron cosas muy buenas, sobre todo en la periferia, por eso una vez que el trabajo está hecho no se pueden dejar morir". En Madrid hay hasta 7 piscinas municipales cerradas por falta de mantenimiento, denuncia UPyD.
En Madrid se encuentran cerradas 7 piscinas municipales por falta de mantenimiento; el polideportivo del barrio de Salamanca y el complejo de La Cebada están paralizados
Pero Vallehermoso no es el único ejemplo de dejadez de la capital en esta cuestión. En el barrio de Salamanca se lleva anunciando desde 2007 la creación de un polideportivo por la falta de instalaciones de este tipo, pero en 2011 lejos de comenzar el proyecto, se construyó un aparcamiento que en teoría iba a ser provisional. Pese a que las promesas son periódicas, no hay visos de movimiento. La zona deportiva de La Cebada, junto al tradicional mercado del barrio de La Latina (distrito también muy colmado), fue demolida con el mismo pretexto, el de la renovación. Sin embargo, éste caso es aún más complejo y, por qué no decirlo, más disparatado. El diseño del macroproyecto por el que apostó el Ayuntamiento de Botella se basaba en la convivencia del polideportivo y las piscinas con tiendas, restaurantes y otros negocios, además de una zona verde en la azotea. A día de hoy está absolutamente paralizado.