El comité que va a impulsar el cada vez más decadente aeropuerto internacional de Barajas ha tardado casi dos años en constituirse y no parece que su creación sirva para mucho. El 1 marzo de 2012 el Ayuntamiento de Madrid planteó la “creación, impulso y seguimiento del Comité de Enlaces Aéreos”, un organismo que estaría constituido por el Consistorio, la Comunidad de Madrid, Aena, el Ministerio de Fomento o la Cámara de Comercio, entre otros. El Comité trataría de coordinar a todas las administraciones implicadas para relanzar Barajas, pero no contaba con el desastre de la fusión Iberia-IAG y el ERE que acarreó la misma.
Un año y nueve meses después, todas las partes constituyeron el Comité de Coordinación Aeroportuaria de Madrid, formado por 11 representantes de todas las administraciones. Llega demasiado tarde: mientras España en 2013 recibió 57,6 millones de turistas, un 5% más que un año antes, la Comunidad de Madrid fue la única región que perdió turistas, que cayeron hasta un 7% con relación al ejercicio precedente.
Un desastre marcado fundamentalmente por la crisis de Barajas, que el año pasado albergó los mismos viajeros que tenía en 2004, justo antes de que existiera la T-4 (39,4 millones, casi un 13% menos que en 2012). Un batacazo sin paliativos derivado de la pérdida de rutas en las que la labor de un comité como el que se acaba de constituir podía haber sido determinante para salvar, si no todos, algunos muebles.
Organismo inoperante
La función del Comité de Coordinación va en esa línea. “Canalizar las actuaciones relacionadas con la promoción del transporte aéreo”, “promover las acciones que sean necesarias para el fortalecimiento de la conectividad aérea”, “colaborar con Aena Aeropuertos, S.A. en materia de definición de las líneas estratégicas”… Lo malo es que de momento no se le conoce decisión relevante alguna a este organismo. Tampoco si sus miembros serán o no retribuidos.
En este sentido, el lunes el concejal socialista Gabriel Calles preguntará en comisión municipal por las “iniciativas que se han adoptado desde el gobierno municipal para aumentar el número de viajeros” que llegan a la capital a través del aeropuerto de Barajas. “En realidad, no es un problema de Barajas, ni del AVE, ni de las carreteras”, destaca Gabi Calles. “El problema del turismo en Madrid es Ana Botella, que no escucha nuestras propuestas y toma decisiones arbitrarias”. Esta semana, los hoteleros revelaron su malestar con la alcaldesa y con el presidente autonómico, Ignacio González, como bien publicó Vozpópuli.
