Mijas se ha convertido en uno de los nuevos focos de la delincuencia en la Costa del Sol. Esta semana un agente de la Guardia Civil resultó herido en un tiroteo. Este tipo de sucesos no pillan de imprevisto a los especialistas del Instituto Armado. Desde los Independientes de la Guardia Civil (IGC) solicitan a la Dirección General que se incorpore a la zona un equipo especialista de USECI, los antidisturbios del Cuerpo, para combatir el crimen, según informan fuentes de la asociación a Vozpópuli.
El cerco policial a los narcos del Campo de Gibraltar ha 'expulsado' de forma natural a estos delincuentes hacia otras zonas. Mijas es uno de esos puntos y ha captado la atención de estos narcos: buscan sucursales para continuar con sus negocios ilegales.
Mijas, un foco de delincuencia
"Es una demarcación muy grande que llega hasta Marbella. Cuenta con urbanizaciones muy diseminadas y con zona de costa y de interior. Tiene todos los factores para que suba la delincuencia", explican fuentes policiales a este medio. Durante muchos años, Mijas había sido una zona de paso hacia la capital de la Costa del Sol. La situación ha cambiado.
Independientes de la Guardia Civil (IGC) llevan alertando de esta problemática desde hace tiempo. "Mijas se ha convertido en uno de los mayores focos de delincuencia de la provincia de Málaga en demarcación de la Guardia Civil", advirtieron hace días cuando un agente del GAR resultó herido de bala por un hombre atrincherado.
Un tiroteo por la venta de una moto
El atacante era un joven marroquí de 22 años que se encuentra en una silla de ruedas por un ajuste de cuentas que sufrió el pasado mes de diciembre. Cuenta con multitud de antecedentes, entre ellos por el tráfico de sustancias estupefacientes.
Ese día había discutido con su madre porque le quería vender la moto. Amenazó a su familiar con un arma y alertó a la Guardia Civil. Los agentes del Instituto Armado establecieron un fuerte dispositivo de seguridad en torno a la vivienda para evitar la aproximación de otros ciudadanos. Al aproximarse al lugar de los hechos, el joven abrió fuego contra los guardias civiles, alcanzando a uno de los componentes del GAR.
Desde la asociación IGC denuncian a este medio que sufren falta de efectivos, escasez de medios y cuentan con instalaciones muy antiguas. "Alguna de ellas tienen más de 60 años. La plantilla es básicamente la misma que hace 20 años con lo que ha sufrido de aumento de población la zona", lamentan.
La demarcación de Mijas la cubren un centenar de agentes. "Tenemos poco personal y tampoco se ha incentivado a la gente. Es un puesto muy conflictivo y entendemos que no lo pidan los nuevos agentes", reflexionan.
Secuestros, ajustes de cuentas y homicidios
Los delitos que se están registrando en los últimos tiempos, según los agentes, son tales como secuestros, ajuste de cuentas u homicidios. "Estamos expuestos totalmente con delincuentes comunes", afirman estos agentes. Los guardias se tienen que encargar de atender las llamadas de violencia de género que "son constantemente" y después tienen una patrulla para el resto de la demarcación.
Para atajar sucesos como el tiroteo que acabó con un guardia herido solicitan que se cree en la Comandancia de Mijas un grupo de las Unidades de Seguridad Ciudadana (USECI). Estos efectivos son grupos de reserva de ámbito provincial capacitados para el apoyo operativo a las Compañías y Puestos Territoriales en las tareas de prevención, mantenimiento y restablecimiento de la seguridad ciudadana.
Coches nuevos parados
Desde IGC también solicitan que se saquen servicios especiales bien retribuidos y que se reformen las instalaciones. Tienen un cuartel que tiene casi 70 años y no está acomodado ni actualizado a los nuevos tiempos.
Otro de los problemas que tienen es que cuentan con vehículos nuevos pero no se pueden utilizar porque tienen un máximo de kilómetros. "Tenemos los coches nuevos parados", explican. Una anomalía que repercute de forma directa en el trabajo de seguridad que realizan en Mijas.
Leonidas
Un joven marroquí. Vaya, creía que nos venían licenciados. Y encima les pagamos un sueldo y le tratamos su paraplejia, que cuesta un riñón