Alcanzar el famoso techo de Javier Arenas en 2012 – fijado en 50 escaños– se ha convertido en el reto que se marca el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, para evitar a toda costa un gobierno de coalición con Vox tras las próximas elecciones autonómicas aún por convocar y que el propio gobernante sitúa de forma recurrente "en otoño", previsiblemente en el mes de octubre, una vez que 'aparcó' el mes de junio, su otra fecha predilecta.
Fuentes próximas a Moreno confirman a Vozpópuli que la defensa que ha hecho este jueves en el Parlamento sobre su futuro afán de gobernar en solitario –tras el acuerdo alcanzado por el PP con Vox en Castilla y León– se basa en que a día de hoy San Telmo (sede de la Presidencia) maneja encuestas internas que otorgan al PP andaluz una horquilla de entre 48 y 50 diputados. Un resultado que permitiría al barón autonómico andaluz lo que él denomina "mayoría suficiente" (la absoluta está en 55) para no tener como socio a la formación de Santiago Abascal.
La optimista horquilla de casi medio centenar de escaños que deslizan en privado desde el entorno más cercano a Moreno Bonilla contrasta con el hecho de que el PP andaluz manejaba el pasado 28 de febrero (día de Andalucía) una encuesta interna muy similar a la que publicó en tal fecha Vozpópuli (38-41 para el PP), con la diferencia de que el sondeo encargado por los populares se diferenciaba del de Deimos Estadística en que otorgaba "un par de escaños más al PP" y "alguno menos a Vox", frente a la horquilla 23-24 de los de Abascal, tal y como informó el 1 de marzo este medio digital.
Expertos demoscópicos consultados coinciden al afirmar que, de tener el PP-A a día de hoy 48-50 escaños, se trataría de una "remontada meteórica" con respecto a los trackings internos que manejaba el propio Moreno cuando el pasado 28 de febrero le aseguró a Carlos Herrera –durante una entrevista en la COPE–, que la 'guerra civil' vivida en el PP nacional, que comenzó el 16 de febrero, les había hecho bajar hasta cinco puntos en intención de voto en Andalucía.
Días después del varapalo que supuso para el PP andaluz la publicación de la citada encuesta en Vozpópuli (cerrada el 24 de febrero), calificada entonces como "realista y válida" por el entorno más próximo al presidente de la Junta, altos cargos populares regionales sostenían que la mejor manera de comprobar si Juanma Moreno remonta y se distancia de Vox "será hacer una encuesta cuando Feijóo lleve quince o veinte días como presidente en Génova", tras el Congreso Extraordinario de Sevilla que le catapultará a la presidencia entre los días 1 y 2 de abril.
Un escenario electoral de junio no descartado por completo
Las mismas fuentes sostienen que Moreno no ha descartado por completo un escenario electoral para el mes de junio, al margen de que el presidente se muestre abiertamente partidario de octubre cada vez que se le pregunta en los medios. Todo dependerá –apuntan los consultados– de la buena evolución que tenga el PP-A en las encuestas una vez asentado el liderazgo de Feijóo.
En el seno del PP andaluz la versión que se ofrece, de forma extraoficial, en relación con las encuestas internas que a día de hoy pueda manejar Moreno y que le otorgarían 48-50 escaños, apunta a que tal resultado lo recogían los sondeos que el partido tenía en la primera quincena de febrero, semanas antes de que se desatara la cruenta batalla interna de Casado y García Egea contra Ayuso. Cabe recordar que las primeras informaciones periodísticas sobre el supuesto espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid se publicaron en la noche del 16 de febrero.
Durante unas breves declaraciones a los periodista, tras la sesión parlamentaria de control de este jueves, Moreno ha querido manifestar su "máximo respeto" al acuerdo alcanzado por el PP con Vox en Castilla y León. El presidente andaluz esgrime como una "aspiración legítima" y no "utópica" su deseo de "alcanzar una mayoría suficiente" que pueda legitimar un gobierno en solitario.
"Castilla y Leon es Castilla y León y Andalucía es Andalucía, por tanto, que nadie piense que lo que ocurra en una comunidad autónoma va a marcar a otra comunidad porque no va a ser así", ha enfatizado Moreno ante los informadores en un día complicado para el nuevo PP de Feijóo, cuya opinión en el día de ayer apuntaba a que Mañueco ni siquiera debía ceder la presidencia de las Cortes de Castilla y León a Vox. De hecho, este jueves, minutos antes de que el presidente castellano y leonés anunciara vía Twitter su acuerdo de gobernabilidad, la portavoz popular en el Congreso, Cuca Gamarra apelaba desde Sevilla a la "responsabilidad" del PSOE para que permitiera con su abstención un gobierno en solitario de Mañueco, así como la presidencia de la Cámara autonómica.
La "letra pequeña" del acuerdo de Mañueco con Vox
Moreno Bonilla asegura desconocer la "letra pequeña" del acuerdo de PP con Vox en Castilla y León y ha insistido, como viene haciendo tras la salida de García Egea de las secretaría general, que el PP es un partido "descentralizado, que cree en la España autonómica, y en la que cada realidad sociológica marca los acuerdos que se quieran adoptar en sus legítimos parlamentos". Por todo ello el andaluz ha depositado toda la responsabilidad y manos libres para tal acuerdo en Mañueco.
El mismo "respeto" que Moreno ha reclamado para su homólogo castellano lo reclama para sí mismo cuando le llegue el momento de "tomar decisiones", después de los futuros comicios andaluces.