"No quiero que nos pase lo que le está pasando a Sánchez, que tiene dos gobiernos en uno, todo el día a la bronca interna y la gresca". La comparación de Juanma Moreno no ha podido ser más ilustrativa, de cara a expresar una realidad: El PP andaluz y Vox son como el agua y el aceite. La moderación del presidente de la Junta de Andalucía y candidato a la reelección, en una recta final de campaña volcada y orientada ya hacia captar todo el voto socialdemócrata que pueda quitarle al PSOE-A, choca con la radicalidad y el populismo de Macarena Olona. Su última idea, un auténtico regalo para Moreno Bonilla y los suyos, fue traer a un mitin suyo y de Santiago Abascal, celebrado en Marbella, a la neofascista italiana Giorgia Meloni,a presidenta del partido de corte mussoliniano Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia).

Ante unos 200 militantes y simpatizantes, reunidos en una bodega de Chiclana de la Frontera (Cádiz) el gobernante centrista ha pedido a los suyos que le ayuden "a tener la mayoría más amplia posible". En este acto no ha concretado su cifra mágica, pero sí lo ha hecho en varias entrevistas de radio a primeras hora de la mañana: "lo más cerca posible de los 55 escaños" (mayoría absoluta). Los sondeos más favorables le han otorgado 52-53 al PP-A.

"Creo que está cerca y creo que lo podemos conseguir", ha dicho sobre el tipo de mayoría que aspira a tener, para evitar no contar en su gobierno con Vox e, incluso, intentar no tener que negociar con ellos la investidura. Ahí está la posibilidad de una abstención del espacio de Yolanda Díaz (Por Andalucía), expresada por la propia ministra y vicepresidenta tercera, en la línea de lo ya ha dicho por la candidata de la coalición, Inmaculada Nieto, que fue muy criticada por Espadas.

El PSOE descarta abstenerse

Ya dijo Moreno este miércoles en Granada, provincia por la que presenta Olona, que él aspira a no tener que negociar "absolutamente nada con Vox", y en ello incluye la investidura.

Sin embargo, el PSOE de Espadas descarta abstenerse y sigue cerrado en banda. La debacle que le auguran las encuestas determinará si Ferraz le hace variar el rumbo, con su liderazgo incluso puesto en juego, en caso de obtener un resultado peor que el de Susana Díaz (33 en 2018) que le deje por debajo del suelo psicológico de 30 diputados, como proyectó la encuesta de Hamalgama Métrica para Vozpópuli (29) y otras posteriores, además de 'trackins' internos de los partidos.

Ante la euforia contenida que provocan todas las encuestas entre el electorado del Partido Popular en Andalucía (con horquillas altas en los 52 y 53 escaños) su líder ha apelado a "no hacer caso" porque, según ha dicho, "fallan más que una escopeta de caña". Ha sido su mensaje para tratar de evitar al máximo una desmovilización que sobrevuela el ambiente y aterra a los populares, por las escapadas a las playas que puedan producirse en un tórrido mes de junio, aún de primavera, pero que parece de pleno verano.

Para Moreno, "el mejor termómetro" para pulsar lo que, a su juicio, percibe al recorrer Andalucía de punta a punta no son los sondeos, sino "la calle", algo que "te marca el pulso y es un termómetro más certero".

“Se me acercan personas de toda opción política y me dicen que quieren seguir avanzando", ha relatado el máximo representante del centro derecha andaluz a la hora de dar a conocer la transversalidad del voto del PP. Se trata, en su mayoría, de electores que confiaron siempre en el PSOE andaluz y ahora ven a Moreno como el dique de contención para frenar la irrupción de Vox en el Ejecutivo que comience a gobernar desde San Telmo a partir del 19 de junio.  

El presidente andaluz cree posible "generar una amplia mayoría que no es para el PP", sino para el conjunto de "los andaluces", ha descrito. En su línea de los últimos días el político malagueño ha reiterado que él no puede "perder ni un minuto" en que se incorporen a su nuevo gobierno "persona que no tienen experiencia de gestión" en la administración pública.

Como mayor argumento de peso sobre solvencia en gestión propia, frente a los posibles socios venideros, Moreno ha hablado de la Junta de Andalucía como de "un portaaviones" con 43.000 millones de presupuesto, que "exige mucha dedicación y sacrificio".

Sabido es que, en el marco de una decisión inédita en toda la historia de las campañas electorales celebradas en Andalucía bajo el calor, los populares se han visto obligados instalar vallas en las carreteras. En estos soportes publicitarios con la cara de Moreno, con las siglas del PP escondidas, animan a no ir a la playa y optar por acudir a votar al colegio electoral. No deja de ser una jugada audaz y efectista ante el electorado, dada la imagen presidencialista del candidato. De hecho, hay votantes que piensan ya que se trata de una campaña institucional de la Junta de Andalucía.

En el imaginario colectivo andaluz queda ya la frase del todopoderoso exvicepresidente y consejero de Presidencia Gaspar Zarrías, ahora condenado por el caso ERE, cuando soltó aquella frase de "las elecciones no las gana el PSOE, las gana la Junta", con todo su aparato de propaganda y recursos propios, incluido Canal Sur.

La provincia de Cádiz reparte 15 escaños y el PP podría obtener 6

El candidato a la reelección por el PP andaluz apura este jueves su intensa jornada en la provincia de Cádiz con un acto de Nuevas Generaciones en el Puerto de Santa María. Del total de 15 escaños que se reparten los populares lograrían 6 frente a los 3 actuales. La cabeza de lista del PP, Ana Mestre, fagocita los 3 que obtuvo Ciudadanos en 2018.

El PSOE igualaría el resultado actual de 4 escaños. Vox incrementaría en un escaño su resultado actual de dos parlamentarios. Por Andalucía 1 y Adelante 1. En 2018 la suma de ambas fuerzas de izquierda, con Podemos e IU-CA en la coalición que formaron la anticapitalista Teresa Rodríguez –que ahora sacaría su escaño por Cádiz– y Antonio Maíllo, excoordinador regional de Izquierda Unida obtuvo 3.

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