En la sede regional del PSOE de Andalucía, situada en la sevillana calle de San Vicente, hay una fotografía enmarcada de la noche electoral de las autonómicas de 2015. En el centro de la imagen, perdida en un pasillo tras ser arrinconada allí, se puede ver a Susana Díaz, en avanzado estado de gestación, exultante por una victoria trabajada que le permitió gobernar con Ciudadanos como socio de legislatura hasta 2018. Es de los pocos vestigios que quedan visibles de su etapa. Ahora, la nueva dirección que encabeza Juan Espadas sienta un precedente al suprimir que en el 14 Congreso Regional, a celebrar los días 6 y 7 de noviembre en Torremolinos, haya un informe de gestión de la Ejecutiva saliente que lideró la exsecretaria general y expresidenta de la Junta.
Será la primera vez, desde que el socialismo andaluz adquiriera forma de partido, que un congreso no cuente con el correspondiente turno de palabra para exponer el habitual informe de gestión, que tendría que exponer Díaz o, en su caso, el exsecretario de Organización, Juan Cornejo, que dimitió al poco de salir elegido Espadas como secretario general, tras derrotar también a su antecesora en las traumáticas primarias internas de mayo pasado.
La actual portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento, Ángeles Férriz, ha capeado con evidente malestar y desasosiego las numerosas preguntas que se le han formulado en rueda de prensa, este martes, ante la ausencia de informe de gestión: "yo voy a exponer un informe político", ha alcanzado a decir sin que se entendiera muy bien, por lo que las repreguntas al respecto se han sucedido en un bucle del que parecía no poder salir, ante la incómoda situación creada.
"La comisión organizadora del Congreso, porque no existe la Ejecutiva regional, es la que tiene la responsabilidad y esas funciones y así lo hará. Soy yo la que va a hacer ese balance", ha enfatizado para recalcar que el citado órgano transitorio, para preparar el cónclave de Torremolinos, "lo forman quince miembros y la coordinadora soy yo", ha dicho quien fuera también miembro de la antigua dirección regional de Susana Díaz, hasta que esta última perdió la confianza en ella y la relegó a tareas de escaso peso orgánico.
En relación con lo que ella ha denominado "informe político", Férriz tampoco ha dado detalles del mismo y, de nuevo, se ha mostrado incómoda ante la pregunta obvia de si el PSOE andaluz va a hacer balance de sus 37 años de gobiernos ininterrumpidos en la Junta y, especialmente, si van a hacer autocrítica de por qué perdieron el poder en las elecciones de diciembre de 2018: "sobre los balances que tengamos que hacer en el PSOE ya decidiremos dónde y en qué órganos los hacemos", ha zanjado la actual mano derecha de Espadas en el ámbito parlamentario.
El caso es que la sorprendente e inédita decisión de la nueva dirección de Espadas deja a los delegados y militantes que asistan al cónclave de Torremolinos sin la posibilidad de poder conocer la gestión de la anterior Ejecutiva, traducida en un documento que se suele elaborar semanas antes de que se celebre un congreso de estas características.
Fuentes del entorno más cercano a Susana Díaz, consultadas por Vozpópuli, reconocen que la situación que afrontan los socialistas andaluces, de cara a este 14 Congreso, es una "circunstancia super excepcional", al haber en este momento un secretario general, como Espadas, que "no tiene Ejecutiva". Añaden, además, que Ángeles Férriz "no es nadie en el plano orgánico" para asumir funciones propias de un miembro de una Ejecutiva, en alusión al llamado "informe político" que expondrá.
Cabe recordar que, así como se produjeron las dimisiones de Cornejo en Organización y la propia Díaz en la Secretaría General, el resto de miembros de la dirección que ella lideraba permanecen a día de hoy en sus puestos. De haber dimitido ellos Ferraz hubiera impuesto, de forma automática, una Comisión Gestora, algo que pactaron Juan Espadas y Susana Díaz para que no se produjera una situación tan traumática en la federación socialista más relevante de España.
Las fuentes citadas creen que la posibilidad de presentar un informe de gestión se podría haber hecho convocando Espadas a la Ejecutiva saliente antes de este 14 Congreso "pero no se ha hecho". Admiten también que "un secretario de Política Municipal no iba a hacer el balance de gestión", en alusión a otro cargo de peso, al margen del dimisionario responsable de Organización.
Lo que llama la atención estos días para los afines a Susana Díaz en todas las provincias andaluzas es cómo Espadas y los suyos pretenden "borrar de un plumazo" cualquier reminiscencia del llamado 'susanismo'. A veces da la sensación, opinan las fuentes consultadas, "como que la etapa del Gobierno de Susana no hubiera existido" para quienes han tomado las riendas del nuevo PSOE-A.
Aunque hay personas cercanas a Susana Díaz que piensan que Espadas y los suyos también quieren "borrar" los gobiernos de Chaves y Griñán, "como si tampoco hubieran existido", no parece ser esa la actitud ante dos exgobernantes condenados en el 'caso ERE', que han sido invitados al 14 Congreso, según ha reconocido Férriz a los periodistas. Al ser preguntada por el papel que va a tener Susana Díaz su respuesta ha sido la siguiente: "me imagino que asistirá como cualquier otra persona más", ha zanjado.
"Somos herederos de lo bueno y de lo malo, por mucho que ahora quieran borrar casi cuarenta años de gobierno socialistas", sostiene un exconsejero de la etapa de Susana Díaz con el que ha hablado también este medio digital. El exalto cargo de la Junta considera, además, que Díaz no es "cualquier otra persona más", como así se ha referido Férriz a ella de forma fría y displicente. De ahí que los fieles a la expresidenta (la mayoría de los 33 parlamentarios son 'susanistas') consideren que ella debería tener "su sitio, su espacio" el próximo fin de semana en Torremolinos.
