El ministro de Hacienda inaugura este viernes la convención regional del PP catalán con una intervención muy esperada. Se trata de un contundente informe sobre la financiación de la Generalitat con el que se derriban algunos de los más importantes mitos económicos que maneja el equipo de Artur Mas. Desde el "España nos roba", pasando por datos de la nefasta gestión de CiU y otros asuntos de primer nivel. Como, por ejemplo, los dineros que salen del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) rumbo a Cataluña, que han supuesto el pasado año un montante que casi supera la mitad de lo remitido al conjunto del resto de España. O cómo sin la ayuda estatal los funcionarios catalanes no cobrarían sus sueldos ni los jubilados catalanes sus pensiones. O los farmaceúticos tendrían que cerrar tras declarase en quiebra... Y así sucesivamente.
Sin cambios en la Generalitat
Montoro abre la convención con propósito pedagógico. Esta es la línea de trabajo de la Moncloa. Desmontar las falacias de los separatistas con argumentos, datos, cifras. Algo que hasta ahora se ha hecho muy aislada y esporádicamente. El Gobierno de Rajoy ha decidido prescindir de sus cantos de sirena hacia CiU por ver si abandonaba su ruta hacia el delirio. De nada han valido encuentros secretos, telefonazos, mediadores, promesas... Mas no cumple y parece imposible disudirle de su empeño.
Por eso el Gobierno busca convencer a la sociedad catalana de que la secesión resultaría económicamente ruinosa para Cataluña, fuera de la UE, del BCE, de la OTAN y demás organizaciones continentales. Mañana se pone en marcha esta campaña de enorme intensidad que desplazará hasta Barcelona tanto al presidente, Mariano Rajoy, como a varios ministros del Gobierno. Ana Pastor y Fernández Díaz, en primer lugar; luego irán llegando José Manuel Soria, Ana Mato y el inevitable García Margallo. No está prevista la visita de José Ignacio Wert. Nada de entrar en disputas o en enganches dialécticos con los miembros del Gobierno catalán. El objetivo es lanzar mensajes unidireccionales con datos eficaces y contrastables sobre la realidad del trato económico que recibe Cataluña.
Una trampa saducea
Una herramienta fundamental para deshacer mentiras y falacias sería la publicación de las famosas balanzas fiscales, esa trampa saducea que el ministro socialista Pedro Solbes le 'compró' en su día al tripartito de Pasqual Maragall y ahí siguen. Supuetamente esas balanzas serán la rediografía más certera sobre lo que las comunidades recaudan y reciben luego del Estado. Un disparate, puesto que quien cotiza son las personas y no los territorios. Pero el PSOE entró en esa trampa y Montoro no ha sabido salir de ella.
Este pasado mes de octubre, el ministro de Hacienda se comprometió a hacer públicos los famosos documentos antes de fin de año. "Se está trabajando en ello", dicen fuentes del departamento. Decepción en el PP catalán que esperaban las balanzas para su convención como arma letal contra el victimismo catalán.
Montoro no ha querido hacerlas aún públicas porque Cataluña aparece como netamente beneficiada (al menos antes del 'maquillaje', si es que lo hay) mientras que Madrid ocupa el primer puesto en la lista de las regiones menos favorecidas en el reparto. El ministro de Hacienda ha optado por prescindir de este inapelable argumento para no abrir de nuevo el arduo debate de la financiación autonómica entre los suyos.
Debate endiablado
Los representantes de las Comunidades se reunieron precisamente el miércoles en Hacienda para discutir el nuevo sistema de reparto de los fondos públicos. Fue un encuentro muy preliminar y básico, dirigido por una directora general, y sin mayor recorrido que la mera toma de contacto y avance del sistema de trabajo. Entre la presentación de informes, lectura de informes y debate de informes, al menos hasta finales de abril o principios de mayo no se entrará a negociar en serio, tal y como informaba este jueves Vozpópuli. De ahí las pocas prisas que se está dando el Ministerio a la hora de desvelar el contenido de las balanzas, un elemento distorsionador y, sin duda, un factor de disputa interna entre los barones regionales del PP.
Demasiados frentes internos tiene ahora el partido como para alimentar el más complicado y duro de lidiar de todos: el de los dineros. Montoro, por tanto, utilizará hoy en Barcelona sus mejores argumentos, susdatos más demoledores y lo más florido de su enrevesado verbo para dinamitar el victimismo económico de CiU. Pero no podrá recurrir a su "cañón Berta", la pieza mayor de su artillería antifalacias secesionistas. Las balanzas, de momento, tendrán que esperar. ¿Hasta cuándo?