La balanza fiscal es la zona cero de la ‘economía’ separatista. Ahí se arremolinan todas las mentiras, todos los supuestos males del pasado y del presente con la pérfida España,

Dispuesto a calentar la campaña del referéndum anunciado para noviembre, el frente soberanista encabezado por CiU ha decidido utilizar una metodología 'a la carta', la que más le conviene, en el cálculo de la balanza fiscal que la Generalitat reclama al Gobierno. La diferencia entre el método más coherente y el que usa CiU para cuantificar el déficit fiscal de Cataluña supera los 5.000 millones de euros.

Cataluña tiene más altavoces para emitir su llanto, pero hay siete comunidades, Madrid, entre ellas, financiadas por debajo de la media nacional con el actual modelo. La comunidad presidida por Ignacio González recibe 11.400 millones anuales, frente a los 15.700 del Gobierno de Artur Mas, y eso que en ella se recaudan 66.000 millones y en Cataluña sólo 27.000. Mariano Rajoy se ha comprometido a reformar el sistema el año que viene, con todos los gobiernos regionales metidos ya en campaña electoral.

La pelea por Cataluña en el seno del PP ha comenzado. Varios sectores del PP catalán exigen al Ministerio de Hacienda que publique cuanto antes las balanzas fiscales con el fin de combatir el victimismo del nacionalismo catalán al tiempo que se justifica un sistema de financiación algo más favorable para Cataluña. Pero Montoro y los barones regionales se niegan en redondo. 

La Generalitat Valenciana ha planteado al Ministerio de Hacienda un nuevo sistema de financiación autonómica con el que pretende recaudar 732 millones de euros adicionales para hacer frente a sus acuciantes necesidades de liquidez. Según el criterio que el gobierno valenciano plantea a Madrid, la financiación autonómica debe ajustarse siguiendo criterios de población, lo que implicaría aumentar un 8% los fondos que Valencia recibe del Estado.