España

Felipe VI lanza un mensaje de unidad en Francia frente a la fragmentación y la confrontación

El monarca español pronunció su discurso en francés, 20 años después de que lo hiciera su padre, y fue elogiado por el presidente de la Cámara, quien aseguró que "ya ha convencido a los españoles" con la resolución con la que ha adaptado la Monarquía a las "exigencias" de los tiempos actuales.

  • Los monarcas españoles en París.

La Asamblea francesa ha brindado este miércoles una calurosa acogida al rey Felipe VI, a quien ha permitido dirigirse a su Pleno, una deferencia que el país vecino ha tenido solo con 18 personalidades extranjeras hasta la fecha. "Usted encarna la renovación esperada por el pueblo español", le ha dicho al monarca el presidente de la Cámara, Claude Bartolone, antes de ceder la palabra a su invitado

Felipe VI defendió ante los diputados una Europa más unida y próspera, que evite la confrontación de tiempos pasados, y en la que España y Francia sigan juntas porque ahora, dijo, "españoles y franceses, franceses y españoles, son compatriotas europeos". El monarca intervino en la Asamblea Nacional francesa dos décadas después de que lo hiciera su padre, Juan Carlos I, que figura como el primer monarca que pronunció un discurso, en octubre de 1993.

Su alocución incluyó pasajes dedicados a defender los valores democráticos frente al terrorismo y a la necesidad de combatir la crisis económica y promover la paz. En todos estos ámbitos, presentó a Francia y España como socios y aliados que deben procurar "un mayor entendimiento" y "una vinculación si cabe más estrecha", siempre en el marco europeo.

"Una Europa unida es condición necesaria para el progreso y el bienestar de nuestras sociedades, y para superar y eludir el declive, la debilidad, la fragmentación e incluso la confrontación que, en otros tiempos, llevaron a nuestros pueblos a los momentos más oscuros de la historia europea", enfatizó.

Le escuchaba una cámara casi llena, cuyos parlamentarios le aplaudieron cuando subió a la tribuna y le despidieron, al acabar sus palabras, puestos en pie, con una larga ovación de más de un minuto a la que se sumó la reina Letizia. En su discurso, leído en francés, hizo notar que los españoles son "especialmente conscientes" del valor de una Europa "cada vez más unida, democrática y próspera".

Además, el monarca emplazó a "no tener complejos ni miedo" a proclamar que Europa "es portadora de un mensaje de alcance universal que debe ser defendido por nuestros gobiernos e instituciones en todo momento y lugar, con convicción y determinación".

El rey dejó claro "como amigo y admirador" de esta nación que "sin Francia no hay Europa", porque "sin una Francia segura de sí misma, fiel a sus valores y firme en la defensa de los mismos, Europa y el mundo perderíamos un referente valiosísimo".

"Queremos más Francia para recordarnos que el ejercicio de la razón crítica es la mejor salvaguardia contra los totalitarismos de cualquier índole"

En este sentido, afirmó que Francia recuerda que "el respeto a los derechos humanos y el ejercicio de la democracia no sólo se declaran, sino que exigen para su pervivencia un modelo de equilibrio entre poderes y una eterna vigilancia por parte de las instituciones públicas y de los ciudadanos".

"Queremos más Francia para recordarnos que el ejercicio de la razón crítica es la mejor salvaguardia contra los totalitarismos de cualquier índole", prosiguió. Españoles y franceses, recordó igualmente, "somos hijos de la razón y del rechazo a la sinrazón" y también "de la libertad que nuestros pueblos han sabido conquistar a lo largo de la historia".

Los asesinos no nos doblegarán

Sobre el terrorismo, al que ha hecho reiterada referencia en sus discursos de este viaje de Estado, especialmente por los atentados de enero en París, explicó a los diputados que España "está y estará a su lado en la defensa de los valores que compartimos y que reafirmamos, solemne y serenamente, ante quienes pretenden destruirlos con el terror".

"Honremos a las víctimas, acompañemos a sus familias y a sus seres queridos y, sobre todo, digamos alto y claro a los asesinos: no nos doblegarán, no nos vencerán, jamás nos harán renunciar a lo que somos", aseveró Felipe VI, en una declaración acogida con aplausos de los diputados.

Su discurso en la Asamblea Nacional también abordó brevemente la crisis económica: "No debemos desfallecer a la hora de luchar contra el paro, reducir la desigualdad y sentar las bases que nos permitan mirar hacia adelante con optimismo", manifestó.

Más allá de las relaciones bilaterales, el Monarca aludió al compromiso de España y Francia con el "alto objetivo" de la paz mundial, incluso con el despliegue de soldados en operaciones de paz, a los que rindió homenaje por su "compromiso y su excelente trabajo", celebrado de nuevo con una ovación.

También hubo algún aplauso cuando habló de la necesidad de apostar por un modelo económico más ecológico y proteger el medio ambiente. "Allá donde miremos y persistan la pobreza, la injusticia, la negación del derecho elemental a la educación o a la salud de la infancia, o a la violación de los derechos de las mujeres, Francia y España sabrán responder poniéndose del lado de los más necesitados y de los más débiles. Es nuestra vocación, es nuestra convicción", concluyó el rey. 

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