El secretario general de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, entiende que el Estado no puede desentenderse de la situación de una entidad como Bankia, sin embargo considera "deplorable la gestión del Gobierno en este asunto, ya que "nadie ha salido a dar la cara".
"No han salido a explicar lo que está pasando, a tranquilizar a los ahorradores especialmente. Yo tengo mi dinero en Bankia y me fío plenamente, quiero mandar un mensaje de tranquilidad", afirmaba en una entrevista concedida a Onda Cero.
Para Rubalcaba, el debate no está en la necesidad de ayudar a Bankia sino en cómo va a materializarse dicha ayuda. "No sería explicable que al tiempo que exigimos un esfuerzo a pensionistas y estudiantes universitarios, saquemos las castañas del fuego a los banqueros". Asegura que hasta ahora no se ha prestando un sólo euro a la banca que proceda del bolsillo de los ciudadanos, y espera que así se mantenga. "El Estado ha prestado dinero a los bancos a un interés alto, cercano al 8% y si no se ha podido devolver, se ha recurrido al FROB".
Por eso al líder socialista le interesa conocer cómo se va a a pagar esta ayuda de 7.000 millones de euros que necesita Bankia. "Quiero saber dónde se van a poner los activos tóxicos. Rajoy me juró y perjuró que no crearía un 'banco malo'. Entiendo que se quiera crear una sociedad de gestión que saque a la venta estos activos a precios de mercado, pero alguien tendrá que poner la diferencia, y no pueden ser los ciudadanos", explicaba.
La victoria de Hollande y la apuesta por el crecimiento
Alfredo Pérez Rubalcaba ha celebrado que el socialista François Hollande sea el nuevo presidente de Francia, una victoria que considera será fundamental para Francia, para Europa y para España. "Los países con problemas de crecimiento no pueden seguir sufriendo ajustes desmesurados. Con Hollande se impondrá un equilibrio entre austeridad y políticas de crecimiento, que es lo que llevo defendiendo desde que estábamos en campaña", afirma.
Se ha quejado de que el Gobierno utilice la excusa de la presión de los mercados para imponer la austeridad. "Los mercados saben perfectamente que no prestan dinero a países que no crecen". Se considera a favor de realizar determinados ajustes y de eliminar duplicidades, pero a un ritmo que sea asumible para España. "Si recortamos de golpe, España se sumirá en la recesión", concluía.