Banesto movió el 12 y el 13 de diciembre 683.143 y 1.135.499 millones de acciones respectivamente, cifras no vistas en lo que va de año sobre el valor y muy por encima del volumen medio de contratación, que ronda los 80.000 títulos. Una toma de posiciones repentina que permitió a sus titulares beneficiarse de la subida superior al 20% que tuvo lugar en días posteriores, concretamente el 17, tras el anuncio de su integración en Santander.
Numerosos brokers y gestores de carteras comentaron este hecho con Vozpópuli, insistiendo en que “siempre ocurre lo mismo”, algo que puede quedar comprobado en el anterior caso similar, la oferta de IAG sobre Vueling.
Curiosamente, los operadores más activos en esos días fueron el propio Banesto y Santander, conforme datos de Infobolsa.
La toma de posiciones puede haber sido una mera casualidad, e incluso algunas fuentes podrán argumentar que antes de cada operación corporativa es prácticamente imposible no encontrar algún movimiento susceptible de ser considerado sospechoso.
Sin embargo, en el caso de Banesto es llamativo, dado el escaso free float del valor, que ya estaba casi totalmente en manos de Santander.
El importe no es excesivo tampoco. El día 13, con 1,13 millones de acciones a 3,00 euros de cambio medio, el importe de las compras fue inferior a los 3,5 millones de euros. A eso hay que sumarle el 20% de revaloración adicional.
Sin embargo, estas cuestiones siembran gran malestar entre la comunidad bursátil, que es quien denuncia estas 'casualidades' cada vez. En España no se conoce ninguna condena por información privilegiada en Bolsa.