Bárcenas manejó las cuentas del PP entre 1994 y 2009, primero a la sombra del ex diputado Álvaro Lapuerta, ahora con el ánimo derrotado por lo que se está conociendo, y, posteriormente, manejando con total autonomía la gestión de la tesorería. Durante un periodo tan largo de tiempo convivió con más de media docena de ejecutivas y dejó en su trabajo las huellas suficientes como para que muchos de los que le conocieron sospechen ahora que buena parte del patrimonio acumulado en Suiza, 22 millones según la investigación de la Audiencia Nacional, procede de las comisiones que cobró de las principales empresas constructoras. Algunas de estas compañías que ha citado 'El País' como presuntamente relacionadas con Bárcenas y el PP eran Sacyr u OHL.
La comisión que Bárcenas solía cobrar a las constructoras para facilitarles contratos millonarios en los ayuntamientos oscilaban entre el 5 y el 10%
Bárcenas conoce a la mayoría de los presidentes de estas compañías, con los que llegó a tener un trato bastante familiar, y algunos de ellos le consideraron hasta 2009 el hilo más directo y eficaz para conseguir concesiones de obras en determinados ayuntamientos gobernados por su partido. Hubo casos en los que el ex tesorero intentó extender su influencia a la presidencia de alguna comunidad autónoma e, incluso, a empresas públicas dependientes de ella. Solía actuar con una gran arrogancia y no faltaron sonados enfrentamientos con más de un presidente regional, asombrado por el poderío con el que el interesado aspiraba a influir en determinadas operaciones urbanísticas o en concesiones de servicios públicos en los que se manejaron contratos millonarios. La comisión de Bárcenas solía oscilar entre el 5 y el 10%, aseguran estas fuentes.
Todos estos movimientos del ex tesorero han llevado a dirigentes del PP que tuvieron trato con él a concluir que Bárcenas actuaba la mayoría de las veces a título personal y a espaldas de su partido, pero parapetándose en su cargo para condicionar las decisiones en determinados ayuntamientos. Se habla, incluso, de la “trama Bárcenas”, más que de la “trama Gürtel”, pues son también mayoría en el PP los que opinan que esta última fue utilizada por el ex tesorero como una vía instrumental para aumentar su fortuna, probablemente mucho más abultada de la que suman los 22 millones que logró reunir en Suiza. La prueba de ello es que, según cuentan personas que presenciaron algunas de sus maniobras, Bárcenas actuaba como si fuera el jefe de Francisco Correa, al que solía enviar de enlace cuando se trataba de corromper a un alcalde o a un concejal de poblaciones pequeñas. Una de las zonas que más trabajaron fue la del noroeste de Madrid, aunque también extendieron sus redes, con excelentes resultados, a la comunidad valenciana y a la gallega. Correa aprovechó su proximidad al partido para amasar una auténtica fortuna entre los años 2000 y 2008, valiéndose sobre todo de la etapa en la que Francisco Álvarez Cascos, ahora alejado del PP, ocupó la cartera Fomento durante cuatro años.
El ex tesorero actuaba como si fuera el jefe de Francisco Correa, al que solía enviar de enlace cuando se trataba de corromper a un alcalde o concejal de poblaciones pequeñas
Las correrías de Bárcenas se acabaron meses después de aterrizar en la secretaría general del PP María Dolores de Cospedal, una vez constatada la implicación del tesorero en las actividades de la trama Gürtel. Mariano Rajoy le acabó retirando la confianza, a sabiendas de la mala opinión que también tenían de él muchos de sus colaboradores, entre ellos su ex jefe de Gabinete Francisco Villar, ya fallecido, y de las informaciones que le hicieron llegar personas de su entorno dos años y medio antes de acceder a La Moncloa.
El abogado de Bárcenas filtró este miércoles que la Audiencia Nacional ya conoce que su cliente ha aflorado casi 11 millones de euros de los depositados en Suiza acogiéndose a la amnistía fiscal, operación realizada a través de una sociedad instrumental, Tesedul, utilizada por el ex tesorero para redistribuir su patrimonio por distintos países.