El Ayuntamiento de Madrid de Manuela Carmena compró el pasado 22 de diciembre el edificio situado en Alcalá 45 al grupo Merlin Properties por 104 millones de euros. El precio es cuatro millones más del que Alberto Ruiz-Gallardón pactó en plena burbuja inmobiliaria, en el año 2004, para venderlo a la inmobiliaria Testa, del grupo Sacyr, hoy integrada en la socimi Merlin.
Fuentes del sector inmobiliario y otras cercanas al Partido Popular coinciden en señalar que el elevado precio acordado por el equipo de Carmena se debe al poco margen de negociación que tuvo el Ayuntamiento a la hora de firmar la operación, acuciado por el cierre de año y poder justificar la ejecución presupuestaria.
El Gobierno de la ciudad de Madrid ha defendido la compra asegurando que permite el ahorro de más de 6,6 millones de euros al año en alquiler. El emblemático edificio alberga las concejalías de Economía y Hacienda y de Participación Ciudadana y una oficina de Atención al Contribuyente.
Tan sólo tres días antes de acordar la adquisición del inmueble, el 19 de diciembre, la Junta de Gobierno de la ciudad de Madrid acordó el traspaso de 97,8 millones de euros de distintas partidas presupuestarias. En total, 561 partidas presupuestarias fueron vaciadas para, presuntamente, poder adquirir Alcalá 45, una operación que no estaba presupuestada a principios del ejercicio pasado.
Esos 97,8 millones de euros provenían de remanentes de presupuestos para, entre otras actividades, alcantarillado, compra de fármacos, reformas de edificios, servicio de ayuda a domicilio… Vozpopuli ha accedido al documento firmado el 16 de diciembre por el responsable del área económica del Ayuntamiento de Madrid, Carlos Sánchez Mato, y por el director general de Hacienda, Pablo Gómez González por el que se autoriza “la transferencia de crédito a la sección 110 Créditos Globales y Fondo de Contingencia del Presupuesto General del Ayuntamiento de Madrid para 2016”.
En el mismo documento se explica que la Ley de Haciendas Locales "prevé la existencia de un programa presupuestario que recoja los créditos referidos a los programas de imprevistos o funciones no clasificadas, especificándose además que los límites a las transferencias de crédito no afectarán a los créditos ubicados en dicho programa". Además se indica que la citada norma contempla que "con carácter excepcional" y para reducir el déficit público, se podrán tramitar "transferencias de crédito que incrementen el subconcepto Otros imprevistos para su posterior reasignación presupuestaria". La compra del edificio de Alcalá 45 se califica en la documentación oficial como "imprevisto".
Vozpópuli se puso en contacto el viernes con el área económica del Ayuntamiento de Madrid para ampliar esta información, pero no se obtuvo respuesta.
Traspasos millonarios a final de año
La compra de Alcalá 45 no fue la única operación millonaria que el equipo dirigido por Carlos Sánchez Mato, concejal de Economía y Hacienda, llevó a cabo a finales de año. El 29 de diciembre la Junta de Gobierno del Ayuntamiento transfirió otros 35,7 millones de euros a la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo.
Al igual que en el caso del edificio de la calle Alcalá, el Director General de Hacienda y el delegado de Gobierno de Economía y Hacienda aprobaron transferir los 35,7 millones como "otros imprevistos" del programa Créditos Globales. De la misma manera, esa cantidad proviene de remanentes presupuestarios de partidas destinadas a reformas de inmuebles, señalización, maquinaria, aplicaciones informáticas, viajes, parques, o sistemas de cooperación.
El PP de la ciudad de Madrid considera que las operaciones de final de año deben ser estudiadas por Hacienda
En el documento firmado por Sánchez Mato y Gómez González se justifica la operación de transferencia de la cantidad citada a la EMVS señalando que se realiza para "financiar una mayor aportación a la EMVS con el fin de dar cobertura, en medida de lo posible, a las necesidades de inversión previstas en el presupuesto de 2017 de la citada empresa, que no podrían llevarse a cabo con la celeridad requerida como consecuencia de la prórroga del presupuesto de 2016". Fuentes cercanas al equipo de Esperanza Aguirre sostienen que con el traspaso de dinero a la EMVS se consigue evitar que esa cantidad quedara como inejecución del Ayuntamiento en 2016 destinándose a la amortización anticipada de deuda durante 2017
Fuentes del Grupo Municipal del PP califican el traspaso presupuestario de “argucia financiera” y denuncian que durante el último mes del año el equipo de Gobierno de Carmena autorizó modificaciones que han restado crédito de más de un millar de partidas de todo tipo. “Las operaciones de Alcalá 45 y la transferencia a la EMVS no estaban previstas en el Presupuesto 2016”, señalan.
Las mismas fuentes aseguran que durante diciembre el Ayuntamiento ha traspasado en total 189,1 millones de euros del programa Créditos Globales. “Hasta noviembre en Créditos Globales se habían recibido por transferencia 4,8 millones de euros de partidas sobrantes y se emitieron 3,2 millones para cubrir diversas insuficiencias. En cambio, en el último mes del año se han movido ingentes cantidades de crédito para mejorar la ejecución presupuestaria”. Las fuentes advierten que la operación "deberá ser analizada por el Ministerio de Hacienda".