Con el juicio sobre el saqueo de Viajes Marsans en el horizonte después de que el juez Eloy Velasco emitiese la pasada semana el auto para transformar la 'Operación Crucero' en procedimiento abreviado, surge una pregunta: ¿dónde está el dinero supuestamente sustraído por el que fuera presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y el 'liquidador' Ángel del Cabo? La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía ha emitido recientemente un informe en el que, además de detallar el papel jugado por los colaboradores de los dos principales acusados en el caso, desvela qué empresas 'fantasmas' y qué cuentas fueron utilizadas presuntamente por la trama para ocultar en el extranjero millones de euros del botín. Sociedades y depósitos bancarios de diez países, la mayoría considerados paraísos fiscales, aparecen mencionados en el documento policial.
La UDEF considera la documentación intervenida en poder de la secretaria de De Cabo como clave para desentrañar la maraña de empresas extranjeras creada para ocultar el dinero del grupo turístico
El informe se incorporó al sumario a finales del pasado mes de octubre y a él hace referencia el magistrado en el auto dictado el 2 de diciembre en el que acusaba formalmente al expresidente de la CEOE de los delitos de insolvencia punible, organización criminal y blanqueo de capitales, junto a otras once personas. En sus 82 folios de extensión, el documento policial enumera uno a uno el papel jugado por nueve miembros de la trama en el saqueo del Grupo Marsans, entre ellos el economista Rafael Tormo Aguilar, la persona señalada por la investigación como el presunto creador de la red de sociedades 'fantasmas' en el extranjero, y Susana Mora, la secretaria del 'liquidador' De Cabo, y a la que la Policía considera una pieza clave en esta 'evasión' del botín a la vista de la documentación que se intervino en su poder hace un año, cuando se realizaron las detenciones.
En concreto, la UDEF menciona a Chipre, Suiza, Hong Kong, Malta, Luxemburgo, Liechtenstein, Costa Rica, Panamá, Irlanda y Reino Unido como los países en los que trama operó para ocultar parte el dinero saqueado de las empresas del Grupo Marsans que aún tenían tesorería. Así, en Chipre estaba registrada Plyntari Limited, una sociedad domiciliada en Limasol y cuyo único accionista era De Cabo. A nombre de esta empresa, que era gestionada a través de un agente residente, la red abrió dos cuentas en el Bank of Cyprus, una de ellos en euros y la segunda en dólares. En ambas aparecían como autorizados el propio liquidador, su mujer, María Consuelo Garrido, y la secretaria Susana Mora. Un correo electrónico intercambiado entre ésta última y Rafael Tormo desvela que la intención de la trama era facturar todos los años entre 5 y 10 millones de euros a través de ella para justificar la salida de dinero de España a pesar de reconocer que no iba a prestar ningún tipo de servicio. A nombre de ella también se constituyeron hipoecas para evitar el embargo de las propiedades inmobiliarias del grupo, entre ellas la lujosa vivienda de De Cabo.
Una empresas y dos cuentas en Malta
Otra isla mediterránea clave en la trama era Malta. Según el informe policial, en ella la red creó una empresa 'pantalla', Buenaventura Investment Limited, a través de la cual abrió un depósito en el Banif Bank Malta PLC (más tade cerrado) y otro en el Bank of Valletta. También dos cuentas tenía la trama en Suiza. En concreto, en la oficina del BBVA de Zurich. En una de ellas, que recibía el nombre de 'Merlín IV', Ángel de Cabo atesoraba 4,9 millones transferidos desde la empresa irlandesa Astra Worlwide International Leasing Limited y que finalmente pudieron ser bloqueados por la Justicia española, La mujer del 'liquidador' era el titular del segundo depósito, que estaba identificado por la entidad bancaria con el apelativo 'Na Xamena'. En ella, su marido figuraba como autorizado para mover sus fondos.
La trama utilizó una empresa radicada en Luxemburgo y especializada en crear mercantiles 'fantasma' para dar forma a gran parte de su entramado societario en el extranjero
En Reino Unido, y más concretamente en Londres, estaba domiciliada otra mercantil instrumental de la trama, Orpor Incorporated Limited. A través de ella, poseía una cuenta en el HSBC de Hong Kong para ocultar fondos. Según los correos electrónicos intervenidos, De Cabo y su entorno tenía mucho interés en abrir este depósito y tenerlo "operativo", algo que lograron finalmente en octubre de 2012, pocos meses antes de ser detenidos. En la vecina Irlanda la trama tenía la empresa Astra Worlwide International Leasing Limited, creada en 2006 por el propio Díaz Ferrán y su socio, el fallecido Gonzalo Pacual. Una cuenta de la misma sirvió de puente para que la red pusiera a salvo los 33,8 millones de dólares que Airbus devolvió a Marsans tras renunciar ésta a adquirir nuevos aviones para la compañía Air Comet.
Los dos últimos países europeos utilizados por la trama fueron Luxemburgo y Liechtenstein. En el primero, estaba radicada TNN Capital, una compañía de este país especializada en gestionar a empresarios la creación de empresas y apertura de cuentas en paraísos fiscales. Para De Cabo, constituyó en concreto la mercantil chipriota y la maltesa, así como sus respectivas cuentas bancarias. En el otro pequeño estado, la trama tenía a nombre de un testaferro la compañía Drelac Anstal. Esta sociedad figuraba como titular de un depósito en el Liechtenstein Landesbank, de Vaduz, a la que el 1 de agosto de 2011 la trama transfirió 635.000 dólares norteamericanos. La compañía contaba con una sucursal en España.
Panamá y Costa Rica
El otro gran foco para la creación de empresas pantallas era centroamérica y, más en concreto, Panamá y Costa Rica. En el primer país esta situada AFI Asesores SA, una compañía también dedicada a la creación de estructuras empresariales opacas en paraísos fiscales. Además, en este país la trama creó The Fines SA, una compañía con la que intentó abrir un depósito que, según emails intervenidos, iba a tener un saldo inicial de "entre 300.000 y 500.000 euros, que se irán incrementando hasta los 3 millones de euros en una fase". El dinero debía proceder supuestamente de la sociedad irlandesa Astra. "Una vez finalizado la fase inicial, el movimiento será escaso, manteniendo un depósito que se irá incrementado, imaginamos que seran mensuales como mucho, posiblemente semestrales", destaca el documento intervenido. Posteriores correos electrónicos de la trama revelan que la red dio marcha atrás en esta apertura: "No la necesitamos", afirmaba un escrito encontrado en los registros.
La trama planeaba quedarse con una de las escasas compañías de Marsans que aún era rentable a través de una sociedad domiciliada en Costa Rica
En el segundo país centroamericano, Costa Rica, la red liderada por De Cabo creo la empresa CMR Travel SA, a la que hizo titular de al menos una cuenta con la que esperaba realizar numerosos movimientos. Su intención era hacer "uno o dos depósitos mensuales con un monto esperado entre uno y dos millones de euros" procedentes de "España, Chipre y México". Los escritos intervenidos detallaban que también habría reintegros, uno mensual, "por un importe de medio millón de dólares". Con esta empresa costarricense, la trama pretendía quedarse con una de las escasas compañías del Grupo Marsans que aún era rentable, Trasnportes Logísticos Arkotrap SA, propietaria de un centro logístico en Repñublica Dominicana