España

Artur Mas, abocado a gestionar una legislatura corta e inestable pese al respaldo de Esquerra Republicana

Antes de fin de mes, Artur Mas y Oriol Junqueras presentarán su guión parlamentario para una legislatura que en CiU se presume corta debido a las tensiones sucesorias dentro de la coalición y al objetivo final de los republicanos, que aspiran a ensanchar su espacio electoral.

  • El presidente de la Generalitat, Artur Mas.

Hay varias comisiones de CiU y ERC trabajando a pleno rendimiento para definir los primeros pasos de una alianza parlamentaria que se presume muy compleja de gestionar. Una vez que los republicanos han anticipado su apoyo a la investidura de Artur Mas, falta por definir su grado de compromiso con los recortes que incorporarán los Presupuestos autonómicos del año que viene. Antes de su presentación, ERC quiere ver como los nacionalistas rompen sus acuerdos de gobierno con el PP en la Diputación de Barcelona y en los ayuntamientos de Badalona y Castelldefels. También buscan fijar una fecha concreta para la celebración del referéndum independentista, que no desean que vaya más allá de 2014.

Durán i Lleida defiende que aunque pacte ahora con los republicanos, CiU tiene que mirar en el medio plazo al PP para posibles alianzas 

La negociación avanza a buen ritmo, aseguran fuentes de CiU y de Esquerra, pero eso no quiere decir que ambas formaciones piensen en un horizonte de legislatura exento de tensiones. De hecho, en el entorno inmediato de Josep Antoni Durán i Lleida se opina que este mandato no durará más de dos años ya que el principal objetivo de los republicanos es ensanchar su base electoral, meta que terminará siendo incompatible con la aceptación de todos los recortes que serán necesarios en Cataluña para respetar la frontera del déficit del 0,7% dictado por el Gobierno central para 2013. Su cumplimiento es el único que puede abrir la puerta a la Generalitat a su segundo rescate y, por lo tanto, el que puede permitirle el pago de las nóminas a sus funcionarios.

La certeza que tiene un sector de CiU de que el pacto con ERC va a ser endeble está llevando a Unió a defender la necesidad de iniciar un deshielo progresivo de relaciones con el PP, la alianza que, en opinión de Durán Lleida, mejor permitiría a medio plazo rentabilizar a CiU el menguado respaldo electoral obtenido por Mas el pasado 25 de noviembre. Sin embargo, la ruptura de los acuerdos sellados con los populares en una docena de ayuntamientos, impuesta por los republicanos, dificultará este camino.

ERC cree que más pronto que tarde se abrirá el proceso sucesorio de Artur Mas debido a sus magros resultados electorales y a la complejidad para gestionar los ajustes

Fuentes de ERC interpretan que es demasiado pronto para calcular la duración de la nueva legislatura, pero recuerdan que dentro de CiU tendrá que abrirse más pronto que tarde el proceso sucesorio ante el riesgo efectivo de que encuentre problemas crecientes para mantener viva su pulsión soberanista y, al mismo tiempo, ejecutar los recortes necesarios para sanear la economía catalana.

En Esquerra se habla de “porosidad ideológica” y de “sociedad líquida” para argumentar que el acuerdo parlamentario con CiU es posible ya que la crisis ha removido los cimientos de la sociedad catalana hasta extremos inimaginables hace solo unos años. “Pese a que CiU y nosotros procedemos de dos culturas totalmente diferentes, es posible el pacto”, señalan estas fuentes, “siempre teniendo en cuenta que somos como el agua y el aceite y, por tanto, nadie pensó nunca en una colaboración desde el Gobierno. Pese a ello, después de haber arrastrado a CiU hasta aquí, no podemos tirar la independencia de Cataluña por la borda y desentendernos de todo”, añade un alto dirigente republicano con escaño en el Congreso de los Diputados.

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