El conseller catalán de Economía, Andreu Mas-Colell, ha pedido hoy al Gobierno que articule "un sistema puente" para que la Generalitat pueda disponer este septiembre del préstamo del Fondo de Liquidez Autonómico, y ha avanzado que "todo apunta" a que en 2013 habrá más ajustes y recortes en Cataluña. En declaraciones a TV3, Mas-Colell se ha mostrado preocupado por la posibilidad de que la Generalitat no tenga acceso este mes a los fondos solicitados dado que todavía este recurso financiero no está activado.
"Nos preocupa mucho que el fondo pueda no cerrarse en septiembre. O se hace en septiembre o el Tesoro debe articular algún sistema puente que permita ir de septiembre a octubre, si el fondo no está a punto hasta octubre", ha apuntado. Ante la situación actual de dificultades financieras de la Generalitat y el objetivo de déficit previsto, el conseller ha augurado que "todo apunta" a que en 2013 habrá nuevos ajustes y recortes en Cataluña.
Depende del plazo
En esta línea, ha señalado: "Todo depende de si tenemos uno o dos años para hacer el ajuste" al que obligan el Estado y la Unión Europea. Mas-Colell ha abogado por que la Unión Europea no tenga tanto en cuenta el cumplimiento estricto del objetivo de déficit, como que se estén aplicando medidas estructurales y sostenibles en la dirección necesaria para reducirlo.
Reclama al Gobierno central que su esfuerzo sea equiparable al de las autonomías
"No es ideal fijar un programa de máximo ajuste sólo por un año y fijarnos sólo en la reducción del gasto. La situación ideal sería un proceso de ajuste seguro de descenso del déficit influido por medidas sostenibles y estructurales, que acabe dando los beneficios deseados y que las reformas se vean de manera creíble", ha dicho. Tras criticar al Estado por "apretar" más a las comunidades, ha vuelto a reclamar al Ejecutivo de Mariano Rajoy que el esfuerzo sea el mismo por parte del Gobierno y de las autonomías.
Respecto a la rebaja de la calificación de la deuda catalana por parte de la agencia Standards & Poors, Mas-Colell ha asegurado que "era previsible", aunque le ha sorprendido el argumento porque "insinúa la posibilidad de que haya un comportamiento discriminatorio por parte del Estado en función del comportamiento político de Cataluña"