Cataluña

El gremio turístico de la Costa Brava acusa al Govern de "monopolio" tras oponerse a que tengan desaladoras

El descontento del gremio con el ACA ya es notable y aseguran que la compra de la desalinizadora de Lloret es la única alternativa que tienen y que, además, beneficia al sector público porque podrá garantizar el agua de boca

  • Imagen de Tossa de Mar -

Desencuentro entre el gremio de hostelería de la Costa Brava con la Agencia Catalana del Agua (ACA), el organismo que ejecuta las políticas hídricas de la Generalitat. El sector ha seguido con mucha preocupación las restricciones de agua tras la implantación del decreto de la sequía al entrar Cataluña en Fase I de emergencia. En previsión a la llegada de las temporadas altas de facturación, han movido ficha para seguir siendo competitivos con otros destinos turísticos, evitar pérdidas, y poder mantener las piscinas abiertas. PIMEC ya defendió en su momento que las restricciones no tenían en cuenta las diferencias dentro del sector de la hostelería, que abarca tanto campings como casas rurales o restaurantes y que la aplicación de esas restricciones eran ambiguas.

Para los empresarios del turismo la alternativa que les dejaba la Generalitat de llenar sus piscinas con agua de mar no era plausible ni extensiva a todos porque, como explica el presidente de la Asociación Profesional de Empresarios de Hostelería de Tossa de Mar, Francesc Zucchitello, la infraestructura no está adaptada a los niveles de sal del agua marina, y acabaría dañando el circuito y el material. Además, la evacuación de ese agua no puede hacerse en el alcantarillado. La inversión para que todos los establecimientos hagan este cambio es costosa y acusan que se está "demonizando" al sector cuando representa el 20% del PIB de Cataluña y que se relaciona como "lujo" tener piscinas cuando hay establecimientos en los que es un factor de competitividad fundamental para el tipo de clientela que llega, como en el caso de la Costa Brava. Además, aseguran, el consumo de agua por cliente y día se sitúa en la media.

Déficit hídrico desde hace 17 años y solución de La Tordera

La hostelería de la costa catalana acusa que se está dando una política unilateral cuando el problema ha sido la inacción del Govern en invertir en tecnología que proporcione agua potable en los últimos 17 años. Un "no han hecho los deberes" como sí lo han hecho otros países que, aún desérticos, cuentan con la complementación de desalinizadoras y agua regenerada para tener suficientes recursos hídricos. Como Israel. El caso de la Costa Brava es especialmente sensible porque llevan desde los años 90 con déficit hídrico, agudizado también con la expansión poblacional como resultado de la actividad turística e industrial. En este sentido y ya en su momento tanto Blanes, como Lloret y Tossa impulsaron la creación de la desaladora de La Tordera, en Blanes, a principios de los 2.000, que abastece a estos municipios y al Maresme Norte con la producción de 20 Hm3 al año.

Ahora no es suficiente. Y el sector, que lleva 20 años avisando de la necesidad de una adecuada gestión hídrica con alternativas de abastecimiento. Este 2024 ha estallado. El punto culmen de la respuesta al inmovilismo llegó ayer. El gremio de Lloret decidió dar un paso adelante en vistas a la posición del ACA y ha anunciado que comprará una desalinizadora móvil para mantener las piscinas operativas. Una iniciativa privada que supone una inversión de un millón y medio de euros y a la que también plantea sumarse Tossa. Se trata de una iniciativa que además cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y que podría abastecer a la red municipal. Hasta aquí, ningún problema.

Negativa del ACA

Sin embargo el ACA ha cerrado la puerta. "El plan de sequía prohíbe el relleno de piscinas con agua dulce. No se nos ha presentado el proyecto y cuando lo tengamos sacaremos más conclusiones", han explicado fuentes del organismo a Vozpópuli. La iniciativa de Lloret puede no ser la única de este estilo y marca un precedente en el sector de cara a contar con agua para las piscinas en verano. El descontento del gremio con la Generalitat ya es notable y aseguran que es la única alternativa que tienen y que, además, beneficia al sector público porque podrá garantizar no solo la demanda del sector privado sino que ayudará a garantizar el agua de boca. La negativa, por ahora, del ACA, ha acabado por tensar más el ambiente y ya hablan de que el organismo está desenmascarando su monopolio.

Como concluye Zucchitello el gremio ya está mirando la legalidad de todos los resquicios de la iniciativa para defenderse y apunta que cualquier oposición por parte de la Generalitat podría atentar a la ley de antimonopolio de la Unión Europea que promueve la competencia en el mercado. "El libre mercado está por encima del ACA", asegura el representante del sector de Tossa. Ahora mismo, defiende el gremio turístico de la costa de Girona "la pelota está en el tejado del ACA".

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