La normalidad institucional a la que aspira el Govern de Salvador Illa se topa con un nuevo escollo. Hace una semana, el filósofo y gestor cultural Xavier Fina fue nombrado director general de Promoción Cultural y Bibliotecas de la Generalitat, en sustitución del republicano Josep Vives. Se da la circunstancia de que Fina, columnista en el diario nacionalista 'Ara' y situado en la órbita de los comunes, ha cargado en un par de ocasiones en X contra el supuesto racismo de la Guardia Civil. La primera vez fue en junio de 2022, cuando escribió en esta red social que "el criterio de la Guardia Civil en el Aeropuerto de Barcelona es exclusivamente y objetivamente racista".
Y más recientemente, en febrero de este año, aseguro sentir "vergüenza" e "indignación" cada vez que pasaba por el control de salida del citado aeródromo barcelonés. "La Guardia Civil tiene un único criterio: el color de la piel". A continuación, tachó a los agentes de "hijos de Orriols", en referencia a la líder de la ultraderecha separatista catalana y alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols.
Estas publicaciones fueron replicadas ayer por la asociación mayoritaria de la Guardia Civil, Jucil, que en la misma red social utilizada por Fina quiso recordarle que "fueron las autoridades quienes se negaron a vacunar a guardias civiles y policías nacionales" durante la pandemia de la Covid-19 —cuestión sobre la que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña sentenció que el Gobierno catalán discriminó a este cuerpo frente a otros como Mossos o Bomberos—. "Si quiere, le vacunamos contra la intolerancia", sugirió la asociación a Fina.