La ministra de Igualdad, Irene Montero, recibió este lunes un sonoro bofetón de dos actores nada irrelevantes para ella y su espacio político. Según ha sabido Vozpópuli, Comisiones Obreras (CCOO), uno de los mayores apoyos políticos de Yolanda Díaz, y la eurodiputada de Podemos María Eugenia Rodríguez Palop se sumaron al aluvión de peticiones para pactar cuanto antes el cambio en la ley del 'sí es sí'. Palop zanja que corresponde al Gobierno de coalición decidir si deben realizarse modificaciones técnicas al respecto de las penas. Y que estas deben realizarse sin poner en cuestión lo fundamental de esta ley, "que es situar en el centro el consentimiento de las mujeres y proteger y reparar a las víctimas".
Tanto CCOO como la parlamentaria morada pidieron celeridad para retocar la norma en sendos encuentros con la titular de Justicia, Pilar Llop, y con varias asociaciones de igualdad que mantuvo la misión parlamentaria enviada por Bruselas a Madrid para abordar la evolución de las políticas de igualdad de género, en concreto la ley de consentimiento sexual, la ley de cuidados y dependencia y la lucha contra la trata y la explotación sexual.
La representación de la Eurocámara, que este martes se reúne con la presidenta de la Comisión igualdad en el Congreso, la socialista Carmen Calvo, está compuesta por dos diputadas del Partido Popular Europeo y dos del grupo socialdemócrata -entre ellas las españolas Rosa Estaràs (PP) y Lina Gávez (PSOE). También hay una parlamentaria del grupo liberal -la española de Ciudadanos María Soraya Rodríguez-, una de los Verdes, otra del grupo de los conservadores -la española de Vox Margarita de la Pisa- y la propia Palop, que es la parte del grupo de la izquierda en el Europarlamento.
Justicia evita hablar del 'sí es sí'
Las parlamentarias se citaron con representantes de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad; de la Fundación Mujeres; de Mujeres Unidas contra el Maltrato y con la secretaria Confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de Trabajo de CCOO, Carolina Vidal. Y todas las asociaciones incidieron en la urgencia de cambiar ya la ley. La propia ministra de Justicia defendió la norma, aunque justificó la necesidad de cortar el grifo de las rebajas de penas a los condenados por abuso sexual. No obstante, la propia nota de prensa del Ministerio de Justicia obvia las conversaciones sobre la ley estrella de Podemos.
Es más, LLop echó balones fuera y lo dejó todo en manos de los grupos parlamentarios en el Congreso español. "Es cosa de las Cortes", llegó a decir. Aunque las negociaciones dentro de la coalición se siguen sucediendo para intentar lograr un pacto antes del 8-M. La intención del PSOE sigue siendo sacar adelante la proposición de ley con o sin Unidas Podemos. Mientras, el PP sigue ofreciendo sus votos. Todo parece indicar al cierre de esta información que Ferraz terminará apoyándose en Génova.
La crisis del 'si es sí' se ha convertido en el capítulo de desavenencias más gordo de la coalición. Los morados están decididos a seguir haciendo "ruido", como lo define el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Y es que Moncloa achaca la pataleta de Montero a mero interés electoral. En Podemos creen tener al PSOE acorralado si finalmente se termina apoyando en los populares. Por eso ya tienen mensaje: "El PSOE quiere volver al Código Penal de la manada".
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz se ponen tapones
Sánchez ha decidido lanzarse a rematar la legislatura pese a su socio. El plan de Moncloa es pasar página del "ruido" y obviar los ataques de Podemos. El lado socialista del Gobierno también cree que es Podemos quien se equivoca y que la tozudez de Montero en no aceptar el fallo les afecta más a ellos que al PSOE. Pero lo cierto es que las batallas de la coalición desgastan a los dos por igual. Sánchez no puede apretar el botón nuclear de la ruptura del Gobierno. Eso sí, algunos ministros socialistas, en privado no esconden que la situación de Montero será insostenible si no se llega a un acuerdo y permanece sentada en el consejo de ministros por propia iniciativa. En plata: sus colegas del ala del PSOE insinúan que debería dimitir. Pero nada de eso está en la cabeza de Montero.
Yolanda Díaz, la líder de Unidas Podemos en Moncloa, también se ha hartado del "ruido" de Podemos, consciente de que cada decibelio que sube la pelea le quita visibilidad. Y ahora, justo cuando su prepartido Sumar está a punto de despegar, necesita más foco que nunca. En el equipo de la vicepresidenta segunda escuece mucho que no hayan podido rentabilizar la última subida del Salario Mínimo Interprofesional por culpa de la rabieta de Podemos. Los morados están reventando la estrategia electoral de la 'dama roja'.
Lo cierto es que la también ministra de Trabajo se mueve en una calculada equidistancia sobre la ley del sí es sí, consciente de que no puede soliviantar a los socialistas, pero tampoco a los morados si no quiere otra cacería orquestada desde el núcleo duro de Podemos del que aún forma parte el exvicepresidente Pablo Iglesias. No obstante, parece que Díaz puede respirar tranquila, porque el presidente insistió en que la coalición no se romperá. El PSOE lleva varios días detectando pocas ganas en sus socios de alcanzar un acuerdo. Es más, en Ferraz consideran que no quieren sentarse en serio para calentar políticamente el ambiente de cara al 8-M, un día que volverá a evidenciar la división del feminismo.
