“Plantemos cara a la represión, plantemos cara al fascismo”. Bajo esa premisa, los Comités de Defensa de la República (CDR) se enfrentan este viernes en Barcelona a los policías nacionales y guardias civiles que se manifiestan en protesta por las condiciones en las que trabajan en la región. Las autoridades consideran que el encuentro es de alto riesgo y, por eso, han diseñado un dispositivo específico de seguridad. Todo ello en una jornada que, además, coincide con el cierre de la campaña a las elecciones catalanas del 14-F.
Las convocatorias ya circulan a través de redes sociales y de sistemas de mensajería instantánea: “Una vez más, las fuerzas de ocupación del Estado se quieren manifestar en nuestras calles”. Los CDR califican a los policías y guardias civiles como “ejecutores de la violencia” y recuerdan los despliegues que tuvieron lugar el 1 de octubre de 2017, en el marco del referéndum ilegal celebrado en Cataluña, y en “Urquinaona”, en referencia a los disturbios que se desataron durante varios días en esa plaza de la Ciudad Condal tras hacerse pública la sentencia del procés.
Animan a "plantar cara" a los miembros del sindicato policial Jupol y de la asociación de guardias civiles Jucil que este viernes se concentran, a las 11.30 de la mañana, en la plaza de San Jaime, en Barcelona. Los agentes denuncian el “total abandono del Gobierno” a los agentes desplegados en Cataluña y piden que se declare la región como “zona de especial singularidad”.
Medidas sanitarias y de seguridad
“El clima de ataque, acoso y odio a hacia la Policía Nacional y la Guardia Civil hace que dicha reclamación sea justa y necesaria para mejorar la situación y evitar el desarraigo y la marcha de agentes”, señalan sindicato y asociación. Al mismo tiempo, señalan que el acto que se celebra este viernes cumplirá con “todas las medidas sanitarias necesarias”.
Otra cosa son las medidas estrictamente relacionadas con la seguridad física. Policías y guardias civiles esperaron hasta la tarde de este jueves para saber si la Conselleria de Interior de Cataluña permitía la celebración del acto, señalan fuentes de Jusapol. Siempre bajo la incertidumbre de si se podría garantizar la integridad de los asistentes: no sería la primera ocasión en la que se registran episodios violentos en la actual campaña electoral.
Hay antecedentes que despiertan las alertas en la Delegación del Gobierno y en la Conselleria de Interior, encargados de velar por la seguridad en manifestaciones y concentraciones. En noviembre de 2018, Jusapol protagonizó otro acto de protesta en Barcelona que reunió a medio millar de personas. Los Mossos d’Esquadra cargaron contra los CDR que -como en esta ocasión- llamaron al boicot. Uno de los miembros de Jusapol que participó en el acto resultó herido.
Fuentes de seguridad consultadas por Vozpópuli admiten el alto riesgo de incidentes que conllevan los llamamientos de los CDR. Y la jornada en la que tendrían lugar es especialmente singular en el calendario de las elecciones catalanas: este viernes, a medianoche, se dará por concluida la campaña electoral para los comicios que se celebran este próximo domingo.
Unas elecciones que las fuerzas de seguridad viven con incertidumbre. Como contó este diario, existe temor entre policías y guardias civiles de que se les use como “moneda de cambio” de cara a unas negociaciones que, a tenor de las encuestas, se adivinan complejas. En el aire están, entre otros, la presencia de la Policía Nacional en la comisaría barcelonesa de Vía Laietana -los independentistas piden desde hace años que se les eche de allí y se les busque otra ubicación- o una hipotética transferencia de competencias a los Mossos d’Esquadra.