Pese a que las acciones de la cementera repuntaron en las bolsas de México y Nueva York tras conocerse las cuentas de la compañía, sus títulos acumulan un retroceso próximo al 62% desde que se inició el presente año. Los responsables de la empresa trataron de calmar a los analistas en una conferencia en la que aseguraron que terminarán el año con el cumplimiento de los compromisos que tiene con los bancos acreedores.

La compañía no ha sido capaz de digerir las compras que realizó justo antes de la llegada de la crisis y ha sembrado muchas dudas en los mercados acerca de su capacidad para hacer frente a los pagos de la deuda corporativa. Sin embargo, el director financiero de la empresa, Fernando González, señaló a los analistas que las ventas de activos que Cemex llevará a cabo en el último trimestre del ejercicio y el incremento del flujo de caja llevarán a la compañía mexicana a cerrar el año en una situación mejor a la vivida durante la práctica totalidad del año.

Algunas de las cifras reflejadas en los resultados del tercer trimestre conducen incluso a un cierto optimismo, como son las ventas en el norte de Europa y en EEUU, lo que aleja los temores de un supuesto default, de acuerdo con las opiniones de los analistas.

Las pérdidas de Cemex en el tercer trimestre se situaron en 1.418 millones de dólares, un 95 % más que en el mismo periodo del año anterior. La compañía achacó estas cifras al desplome que ha sufrido el peso mexicano frente al dólar. La divisa azteca se ha depreciado un 15% frente al billete verde.

No obstante, sus cifras de Ebitda fueron positivas gracias a la mayor contribución de sus operaciones en América Central, del Sur, el Caribe y el norte de Europa. Las ventas de Cemex en los primeros tres trimestres aumentaron un 8%.