La respuesta del Gobierno al incidente acaecido en el puesto fronterizo de Ceuta y Marruecos, saldado con la muerte de 15 inmigrantes que se aproximaban a nado, albergó algo más que fallos de comunicación. Según ha podido saber Vozpópuli de fuentes de la Guardia Civil, el director del Instituto Armado, Arsenio Fernández de Mesa, fue alertado de la existencia de cintas con la grabación de los hechos antes de que realizara sus primeras declaraciones sobre lo ocurrido, en las que negó disparos a los inmigrantes en el mar.
Las mismas fuentes consideran que Fernández de Mesa se precipitó al asegurar que en ningún caso se habían utilizado pelotas de goma en el agua. “Pelotas de goma en la mar, no. Los datos que yo tengo es que se han utilizado en la valla”, señaló en la cadena Ser.
Días después, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, cambió la versión y admitió el lanzamiento de material antidisturbios con efecto disuasorio y trayectoria tierra-mar, aunque nunca al cuerpo de los subsaharianos. También desmintió que se dispararan pelotas de goma en la valla. Este relato, lleno de contradicciones con el anterior, hizo a la oposición pedir la dimisión del director de la Guardia Civil, a lo cual respondió la vicepresidencia del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, con el argumento de que el Ejecutivo dio explicaciones al momento, en tiempo real y en lo que supone “una muestra de transparencia en un plazo muy breve”.
Fernández de Mesa no actuó con suficiente cautela y dio rápida difusión a los datos provisionales del primer informe elaborado por la Benemérita
Desde Interior, según fuentes consultadas por este diario, achacan dicha versión inicial de Fernández de Mesa al contenido del primer informe remitido desde Ceuta, donde se silenciaba el empleo de pelotas de goma o salvas y sólo se hablaba de “dispersión por tres puntos” de la zona fronteriza. Ahora, en base a lo que revela hoy Vozpópuli, queda demostrado que el director de la Guardia Civil no se pronunció con la cautela suficiente que exigía la existencia de imágenes, que luego podrían volverse en contra, como todo apunta.
La reacción de Fernández de Mesa, sin embargo, fue dar rápida difusión de los datos provisionales de ese primer informe interno. Este dossier contó con el visto bueno tanto del capitán del Instituto Armado en Ceuta como el delegado del Gobierno en la ciudad autónoma, Francisco Antonio González.
En un vídeo grabado por un testigo de los hechos y difundido ayer por Las Mañanas de Cuatro, aparecen imágenes de disparos de salvas al mar tanto desde tierra como desde una lancha del Instituto Armado (todo al grito de "¡Vamos, cabrones!").
En su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso, el ministro aseguró que las “embarcaciones semirrígidas de la Guardia Civil no disponen de ese material”, refiriéndose a pelotas de goma y no a las salvas, que, según las imágenes, se usaron y que también son consideradas elemento antidisturbios. Fernández Díaz sólo señaló en sede parlamentaria que “dos embarcaciones del servicio marítimo de la Guardia Civil controlaron el movimiento de los inmigrantes por si fuera necesario prestarles ayuda para rescatarlos cuando ya estaban en aguas españolas”.
Entretanto, la Guardia Civil dio traslado ayer de las cintas al juez de Instrucción número 6 de Ceuta, atendiendo así la petición formulada por el juzgado, tras solicitud de la Fiscalía. El PSOE exigió al Gobierno que remita las grabaciones al Congreso en 24 horas, pero este jueves no han llegado y los socialistas han cumplido con su amenaza: han pedido la constitución de una comisión de investigación. También lo han hecho la Izquierda Plural y el Grupo Mixto.
La Mesa de la Cámara Baja admitió el martes sendos escritos de los socialistas y la Izquierda Plural para que Interior aporte las cintas a los grupos parlamentarios, gesto improbable puesto que el caso se encuentra judicializado a raíz de la denuncia presentada por varias ONG. El PSOE quiere saber quién dio la orden para el lanzamiento de las pelotas de goma. El PP, con su mayoría, rechazará previsiblemente la celebración de dicha comisión de investigación.
Otra valla más entre las alambradas
Entre las medidas que el Ejecutivo tiene proyectadas para evitar que se repitan incidentes de este tipo no sólo se encuentra la revisión de la Ley de Extranjería o la ampliación del espigón del Tarajal (de los tres metros actuales a 30), algo que Interior no barajaba hace sólo tres meses, como publicó Vozpópuli. También está en sus planes, según ha sabido este diario de fuentes de Interior, la instalación de un “sistema de tripe valla” para reforzar la seguridad entre las dos alambradas ahora instaladas. La idea, apuntan las mismas fuentes, es levantar una "estructura similar a la empleada por Estados Unidos en la frontera con México".