No por esperada ha causado menos revuelo. La decisión del pleno del Tribunal Supremo de rechazar la querella contra Carlos Dívar ha provocado de modo inmediata una auténtica guerra de guerrillas entre el presidente del CGPJ, Carlos Dívar, y los cinco vocales del órgano de gobierno de los jueces que exigen su dimisión desde hace meses (José Manuel Gómez Benítez, Margarita Robles, Inmaculada Montalbán, Carles Cruz y Féliz Azón). El primero ha convocado un pleno extraordinario para el próximo día 21. Los segundos, que esa reunión, en la que volverán a exigir la salida de su presidente, que se adelante "de forma inmediata".
Y eso que Dívar ha salvado esta mañana una nueva batalla en su empeño por continuar al frente del CGPJ y del Supremo, después de que los 15 magistrados del TS que se reunían para decidir si admitían la querella por malversación de caudales presentada por un despacho de abogados de Murcia contra la él la rechazasen. El resultado final, once votos a favor y cuatro en contra, revela, sin embargo, que el máximo representante de la judicatura española sigue perdiendo apoyos en todos los órganos que preside. Los cuatro magistrados que sí querían que se investigaran los viajes con fondos públicos de Dívar (Joaquín Giménez, Alberto Barreiro, Perfecto Andrés Ibáñez y José Manuel Maza) ya han anunciado que emitirán votos particulares explicando su postura.
Dívar ha convocado un pleno extraordinario para el próximo 21 de junio, mientras los vocales que se le oponen piden celebrarlo "de forma inmediata"
Antes de conocerse su situación, el presidente del CGPJ había convocado un pleno extraordinario de este órgano para "analizar la situación del Consejo General del Poder Judicial" en un intento por ganar tiempo. Se da la circunstancia que el próximo lunes se celebra los actos conmemorativos del Bicentenario del Tribunal Supremo, al que asistirán el rey don Juan Carlos y numerosas personalidades de la judicatura internacional. Dívar está decidido a presidir dicho acto sí o sí.
Precisamente este miércoles, Vozpópuli publica que Dívar hizo uso de condición de cuarta autoridad del Estado para pedir al Ministerio del Interior que colocase a su escolta de confianza, el policía Jerónimo E., en una embajada, destino muy codiciado entre los agentes porque con ello multiplican su sueldo hasta por ocho. La semana pasada este diario también reveló sus gestiones para que el mismo funcionario fuera condecorado en 2010 con una medalla 'al valor' que lleva aparejada un incremento de su sueldo del 10% de modo vitalicio.