La postura del líder de Ciudadanos, Albert Rivera, permanece firme: el jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, no está capacitado para liderar una nueva etapa política. Los casos de corrupción que salpican al partido, los problemas endémicos de la economía (el incumplimiento del déficit y la elevada tasa de paro) y la ausencia de grandes reformas en el horizonte llevan a la cúpula naranja a poner la mirada en otro candidato distinto dentro de la filas del PP. Sin embargo, la cerrazón de Rajoy a dar un paso un lado y la posibilidad de que los populares vuelvan a ganar, con él a la cabeza, los próximos comicios generales son dos circunstancias que no pasan inadvertidas para la dirección de la organización centrista, sobre todo si su apoyo es decisivo para la formación de gobierno.
De este modo, aunque la Ejecutiva naranja anda centrada en esta precampaña del 26-J, también dedica tiempo a pensar en dicho escenario postelectoral, donde una de los opciones deslizadas en privado ha sido, según las fuentes internas consultadas por Vozpópuli, la de permitir una "presidencia interina" de Rajoy sólo hasta el mes de enero. Las mismas fuentes apuntan que en caso de que el líder popular se aferrara al cargo, el partido de Albert Rivera presentaría una moción de censura en el Congreso.
La idea de que C's veta la figura de Rajoy es algo que nunca se ha dado por seguro entre bambalinas del partido naranja
Esta estrategia se ha planteado como una posible salida airosa a la pérdida total de credibilidad que supondría facilitar la continuidad de Rajoy al frente del Gobierno a lo largo de 2017, después de haberle acusado en sede parlamentaria de no estar en condiciones de liderar el cambio político que reclama el país. "¿Alguien en España cree que el señor Rajoy va a ser el azote contra la corrupción? ¿Si no ha limpiado ni su casa, cómo va a limpiar España de corrupción?", le espetó Rivera al presidente popular el 2 de marzo, segunda jornada del debate de investidura de Pedro Sánchez (PSOE).
Los ataques de la formación centrista a Rajoy se han relajado en cierta medida durante las últimas semanas, hasta el punto de generar en los populares la sensación de que si ellos consiguen mejorar sus resultados del 20-D y C's pierde apoyos, Rivera podría terminar aceptando un acuerdo que mantuviera al dirigente del PP en La Moncloa y a Podemos en la oposición. La idea de que C's veta la figura de Rajoy es algo que han alimentado en los medios, ya que entre bambalinas del partido naranja nunca se ha dado por seguro tal extremo. "Primero debemos conseguir el mayor número posible de escaños, luego buscar acuerdos programáticos con PP o PSOE y lo último sería hablar del nombre de presidente y de los ministros", afirman las fuentes citadas. A la pregunta de si aceptarían el de Rajoy, responden: "Ya veremos".
Unos presupuestos consensuados para 2017
La limitación de esa "presidencia interina" de Rajoy a sólo cinco meses vendría dada, según explican las mismas fuentes, por la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y por la celebración del próximo Congreso Nacional del PP, previsto para otoño. Cualquier acuerdo de gobernabilidad con los populares, remarcan desde C's, incluiría la participación de la formación naranja en la elaboración de los PGE, que verían la luz definitivamente a finales de diciembre. Pero no sólo eso, como aspecto clave, determinante, fijaría además la condición de que Rajoy aceptara ceder el testigo de la Presidencia a un compañero de su partido, lo que garantizaría el visto bueno de C's a las cuentas estatales. Publicadas en el BOE, el presidente del PP sólo tendría que dar paso a su relevo en enero. Para entonces, afirman las fuentes consultadas, los populares ya habrán celebrado su cónclave y elegido a su líder.
En cambio, si Rajoy muestra su intención de seguir en La Moncloa, C's no respaldaría la Ley de Presupuestos y se reservaría la carta de formalizar una moción de censura contra el dirigente popular. El artículo 113.1 de la Constitución dice que "el Congreso de los Diputados puede exigir la responsabilidad política del Gobierno mediante la adopción por mayoría absoluta de la moción de censura". Las fuentes citadas apuntan que la responsabilidad que C's pediría asumir a Rajoy sería la de no tener el apoyo del arco parlamentario para sacar adelante sus cuentas.
El principal inconveniente que ven aquí los estrategas de Ciudadanos es que la Carta Magna fija también que "la moción de censura deberá ser propuesta al menos por la décima parte de los diputados" (art. 113.2). Por ello, consideran que es crucial alcanzar el 26-J, como mínimo, los 35 escaños que exige la Constitución para activar tal procedimiento. En el partido de Rivera, donde las expectativas ya no son de 60 diputados, sino de conservar los 40 del 20-D, saben que si no logran ahora una representación por encima de las 35 actas perderán gran poder de influencia.
"renunciar en un momento dado"
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, afirmó este miércoles que la renuncia del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, a repetir en el cargo no será una "línea roja" para la formación naranja, aunque no ha aclaró si finalmente pedirá este cambio al PP en las negociaciones postelectorales. Lo que sí descartó es participar en un proyecto en el que no cree.
En una entrevista en TVE, Rivera manifestó: "No, aquí no hay que hablar de líneas rojas, hay que hablar de cambios", informó Ep. A su juicio, "quien lidere una nueva etapa política, quien lidere un cambio y la lucha contra la corrupción" en España "tiene que tener credibilidad, autoridad moral, tiene que creérselo". "Yo no voy a participar, y nadie participaría de un proyecto en el que no cree. Un Gobierno de España es una cosa muy seria como para participar sin creer en él", señaló.
En cualquier caso, Rivera evitó entrar en el debate de si "Rajoy sí o Rajoy no" porque cree que el problema de España no es "un apellido", sino que hay que pasar página a "una etapa política que se agota". El líder naranja insistió en su propuesta de que los candidatos de los distintos partidos sepan "renunciar en un momento dado". En este sentido, abogó por hacer "un debate de contenidos, no de sillas", porque lo que importa a los ciudadanos no es quién va a ocupar la Presidencia, la Vicepresidencia o cada ministerio, sino qué políticas aplicar.