España

Albert Rivera tiende la mano a Rosa Díez pese a las trabas impuestas por UPyD para sellar un pacto

El presidente de Ciudadanos telefonea a la líder de la formación magenta y ambos buscan fecha en sus agendas para mantener un encuentro. Las condiciones sobre futuras alianzas aprobadas el pasado sábado por el Consejo Político de UPyD no disuaden a C's. El eurodiputado Fernando Maura sale en defensa de Sosa Wagner y denuncia un "linchamiento" de su compañero.

Ciudadanos (C's) no piensa cejar en el empeño. La dirección del partido cree que, tras varios intentos, esta oportunidad es la definitiva para alcanzar un acuerdo con UPyD. Su presidente, Albert Rivera, cumplió con lo avanzado ayer por mañana y telefoneó horas después a la líder magenta, Rosa Díez, con el propósito de perfilar un acercamiento entre ambas formaciones.

La portavoz de UPyD en el Congreso de los Diputados le devolvió la llamada después de mantener una reunión con sus compañeros de bancada y durante la conversación, según informaron a este diario fuentes de ambas partes, se barajó la posibilidad de celebrar pronto una reunión conjunta, entrevista para la que ambos dirigentes buscan hueco en sus agendas.

El presidente de C's y líder de Movimiento Ciudadano, que también ha remitido a la dirección de UPyD una carta con su oferta de colaboración, se puso en contacto con la formación magenta al entender que todavía hay opción de alcanzar una alianza pese a las trabas impuestas por el último Consejo Político de UPyD para cerrar acuerdos con otros partidos. Según Rivera, existe una "rectificación" en las posiciones que ha mantenido UPyD en los últimos años sobre la posibilidad de pactar con C's. A su juicio, el partido de Díez "ha tenido que abrir la mano, porque desde dentro del partido y desde la opinión pública se pide una gran coalición constitucionalista".

Rivera cree que existe una "rectificación" en las posiciones que ha mantenido UPyD en los últimos años sobre la posibilidad de pactar con Ciudadanos

El cónclave del pasado sábado, convocado por Díez con carácter extraordinario a raíz de la polémica carta que publicó su portavoz en el Parlamento europeo, dio la espalda a la propuesta de acuerdo programático realizada por Francisco Sosa Wagner y fijo una serie de requisitos para futuros pactos. La reunión del máximo órgano entre congresos sirvió así para confirmar la falta de apoyo con que cuenta el eurodiputado entre los principales dirigentes del partido.

El Consejo aprobó que cualquier acuerdo deberá realizarse con un partido de ámbito nacional (la plataforma Movimiento Ciudadano aún no está inscrita como tal) y deberá estar basado en la transparencia interna, la celebración de elecciones primarias, la defensa de la soberanía nacional y la unidad de España. Asimismo, otras exigencias son apostar por una reforma del sistema electoral y de la Constitución para ir hacia un sistema federal; reclamar la devolución de las competencias de educación, sanidad y justicia, y defender la libre elección de la educación en la lengua materna.

Condenados a la "gota china" del rival

En medio del aislamiento que vive Sosa Wagner, quien sí ha salido a defender su iniciativa de sondear acuerdos con Ciudadanos ha sido su compañero y eurodiputado, Fernando Maura. El que fuera número tres de la lista de UPyD ha denunciado en su blog el "linchamiento" por parte de la "jauría rabiosa" que sufrió Sosa Wagner en el Consejo Político del pasado sábado, donde hubo "dentelladas secas y calientes", ha descrito. Según Maura, los términos en que se llevó a cabo el debate no fueron los más justos, ya que Sosa Wagner no dispuso de "las mismas oportunidades" que sus "eyectantes".

El eurodiputado ha cuestionado que las principales críticas que se dirigieron a su compañero llegaran por haber abierto la polémica a través de los medios de comunicación y no en los órganos internos del partido. Las formas de los delegados de UPyD "sobrepasaron con desmedida amplitud lo que es exigible en los debates políticos", ha señalado Maura. Esta actitud de los "lapidantes" sólo buscaba, a su entender, una clara pretensión de "ganar mérito" y conseguir "aspiraciones futuras".

De este modo, ha recalcado el europarlamentario, lo que han conseguido es "abonarse al suplicio de la gota china de su rival político reclamando conversaciones improbables, negociaciones imposibles y acuerdos que nunca quisieron quienes convocaron el cónclave y redactaron el documento y que precisamente por eso no se producirán", ha apostillado.

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