El eterno conflicto entre La Liga y la Federación llega a la Justicia. A tan solo dos semanas de que se inicie la competición liguera en nuestro país, la guerra por los horarios entre Javier Tebas, presidente de La Liga, y Luis Rubiales, su homólogo en la RFEF, se decidirá en el Juzgado de lo Mercantil número 2 de Madrid.
Por un lado, La Liga defiende que la decisión de fijar los horarios es una competencia que les corresponde exclusivamente a ellos, apoyándose en el Real Decreto Ley 5/2015, que reguló la venta de los derechos de explotación televisivos y le otorgó las competencias de determinar libremente los horarios de los partidos de Primera y Segunda. La Federación, por su parte, niega que esa competencia esté recogida en el Real Decreto y defiende que la última decisión le corresponde a ellos al ser la máxima autoridad del fútbol en nuestro país.
El magistrado Sánchez Magro tendrá que decidir, tras la vista que se celebra este miércoles, si acepta las medidas cautelares que ha pedido La Liga para que se disputen partidos los viernes y los lunes durante las tres primeras jornadas de la competición, o si apoya la postura de la RFEF y acepta que solo se juegue los sábados y los domingos.
Los clubes, salvo el Real Madrid, con Tebas
Tras la Asamblea de Clubes celebrada en la sede de La Liga la semana pasada, los clubes mostraron su apoyo incondicional al presidente de la competición. Según la patronal, están en juego más de 2.100 millones de euros, lo que equivale aproximadamente al 60% del presupuesto de los clubes.
En el caso de algunos equipos, los más humildes, los ingresos televisivos representan su mayor fuente de ingresos. Si no se jugase ni los viernes ni los lunes, estos verían amenazada su viabilidad económica.
El Real Madrid, por su parte, se ha posicionado del lado de la Federación por las malas relaciones que el club blanco mantiene con Javier Tebas a raíz de varios desencuentros que ha tenido durante los últimos años con el presidente de La Liga.
Los operadores televisivos y los hosteleros, preocupados
Eliminar los viernes y los lunes como días "hábiles" para programar partidos provocaría que durante el fin de semana varios encuentros coincidiesen en horario. Esto provocaría una perdida aproximada del 10% de audiencia en cada uno de esos partidos.
Además, las televisiones adquirieron los derechos para retransmitir un determinado número de horas de fútbol a la semana, y el solapamiento de horarios provocaría que este número de horas se vieran reducidas, con el consiguiente perjuicio económico. Los operadores exigirían una revisión del precio que pagaron por el producto en su momento, lo cual generaría pérdidas millonarias a los clubes.
La hostelería, por su parte, ha proporcionado unos ingresos adicionales a la Liga de 150 millones de euros por ofrecer los partidos en sus establecimientos, pero si los viernes y los lunes se quedan sin partidos también pedirían una rebaja del precio que abonan anualmente por los derechos.