La alcaldesa de Barcelona y líder de los Comunes, Ada Colau, ha ordenado un cierre de filas en su partido de cara a un adelanto electoral en Cataluña que considera “inminente”. Colau ha apostado por incluir a los federalistas en la futura lista electoral, que con toda probabilidad liderará la actual portavoz en el Parlament, Jéssica Albiach. Los anticapitalistas de los Comunes, en cambio, ya se han descolgado de la candidatura.
En las últimas reuniones que Colau ha mantenido con los suyos les ha advertido de que “habrá elecciones cuanto antes, probablemente en primavera”. Esta es la conclusión a la que la regidora de Barcelona ha llegado tras los últimos acontecimientos políticos nacionales, y que cobra más fuerza tras la inhabilitación a Quim Torra.
Según Colau y otros cuadros de los Comunes -la marca catalana de Podemos- es necesario preparar la maquinaria electoral. Saben que el posible adelanto dependerá de Torra y de lo que ocurra tras la inmunidad parlamentaria europea a Oriol Junqueras, de la que se benefician Carles Puigdemont y Toni Comín.
Nadie descarta en los Comunes que Junts per Catalunya, el partido liderado por Puigdemont, apueste por un adelanto electoral en Cataluña, favorecidos por unos sondeos que detectan una caída de ERC tras el acercamiento al PSOE. Cunde, de hecho, la idea de que la pinza a ERC entre la CUP y JxCat puede funcionar, y que en ese contexto los Comunes tienen que estar preparados.
Colau prepara el salto nacional
La decisión de Colau de cerrar filas internamente con los reductos de Iniciativa así como otros sectores menos soberanistas demuestra la intención de atacar al PSC en el frente de la izquierda, sin por ello renunciar a los votos de los soberanistas menos radicales.
Con respecto al papel de la alcaldesa de Barcelona, según las fuentes consultadas en ningún momento se ha planteado liderar una candidatura para la Generalitat. El coste político sería importante para una política que dirige la alcaldía de la Ciudad Condal, y que ha decidido ganar tiempo después de que Pablo Iglesias salvara los muebles en las últimas elecciones generales.
Aun así, las fuentes consultadas sostienen que “Colau siempre tiene más de un plan, y se mueve en función de las circunstancias”. Y aseguran que su idea de desembarcar en la política nacional descansa siempre sobre su mesa: “Ada se aburre en la política local. Está cada vez más cansada de las reuniones del Ayuntamiento y espera su momento para el salto nacional”, explican fuentes muy cercanas a su círculo de confianza.
Miedo a dar pasos en falso
En la carrera política catalana cada actor se mira de reojo. Los trackings internos de ERC dan el partido a la baja. Lo mismo ocurre con el PSC. Fuentes de Podemos aseguran que, en cambio, los Comunes estarían bien posicionados, aunque todo es muy volátil y nadie quiere dar pasos en falso.
En la dimensión nacional todas las miradas están puestas en lo que hará la abogacía del Estado tras la sentencia del Tribunal Europeo de Luxemburgo. Por ello, desde Podemos en Madrid hasta los Comunes en Cataluña muchos coinciden en descartar una investidura para el próximo 30 de diciembre. La negociación para el arranque de un gobierno entre Pedro Sánchez e Iglesias pasaría a enero.
Aunque eso, según algunos, puede dificultar el acuerdo. “Veremos el escrito de la abogacía del Estado [tiene tiempo hasta el lunes o martes]. Pero en enero sería peor”, reconocen en Podemos. El martes es, además, el último día para que la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, convoque la sesión de investidura. “Todo pende de un hilo”, resumen los socialistas.