Carlos Mazón ha remitido una carta al presidente del Gobierno en la que le advierte que la Comunidad Valenciana "ha de dejar de ser moneda de cambio en los pactos entre Pedro Sánchez y los separatistas catalanes". El presidente valenciano dirige el escrito de forma colegiada con el resto de miembros del Ejecutivo autonómico que ayer en su reunión plenaria celebrada en Castellón aprobaron una declaración institucional en defensa de la lengua valenciana.
En el escrito se deja constancia del malestar por la decisión –el pasado 17 de agosto– en la que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, autorizaba el uso del catalán, euskera y gallego en la Cámara Baja.
Exclusión inicial del valenciano
La exclusión inicial del valenciano soliviantó al Gobierno valenciano que encabeza Carlos Mazón y que advirtió en ese momento que no se cruzaría de brazos. El expresidente valenciano, Ximo Puig, se prestó a hablar con Armengol y pactaron que la denominación de catalán llevara aparejada también la de valenciano.
Este asunto se encuentra ahora en la redacción de borrador para el reglamento que establezca el uso de las lenguas oficiales y justamente ese término es el que se incluiría para evitar la cuestión de la nomenclatura que en la Comunidad Valenciana es altamente controvertida, ya que el valenciano figura como lengua oficial de los valencianos, al igual que el español, en el Estatuto de Autonomía.
Negociaciones "nocivas"
Mazón y el resto de consellers del Gobierno valenciano (donde hay tres de Vox), tienen claro que cualquier negociación con los separatistas catalanes será "nociva" para los intereses de la Comunidad Valenciana.
Es por ello que la declaración institucional de ayer considera que ese acuerdo del pasado 17 de agosto es "un acuerdo nefasto para España por el que se utilizan las lenguas para dividir y no para unir, y también para dar satisfacción a quienes nada más que desean la fractura y el enfrentamiento entre españoles". "El Gobierno valenciano no lo consentirá. A la vista de la sumisión frente a los que quieren romper España por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol, el Consell aprueba la presente declaración institucional en defensa del valenciano, reconocido, igual que el castellano, en el artículo 6 del Estatuto de Autonomía y por el artículo 3 de la Constitución", continúa el texto remitido por la Generalitat.
Tres cartas
En ese contexto desde el Ejecutivo autonómico valenciano se ha decidido enviar tres cartas. La primera de ellas va dirigida a Pedro Sánchez como presidente del Gobierno de España y de turno de la Unión Europea –porque también al Parlamento europeo se pretende trasladar el debate de la utilización de las lenguas cooficiales en España–.
La finalidad de esa misiva es requerir a Sánchez para que "respete nuestra historia, nuestra cultura y lengua centenarias, como parte esencial de la plural riqueza de España". El mismo escrito se ha dirigido a la presidenta del Congreso, Francina Armengol. El Gobierno valenciano también ha remitido una petición al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, instándole a que "ante cualquier petición que nos afecte, se respete el valenciano" –en referencia al posible uso de lenguas cooficiales.
La declaración institucional que mantiene el mismo tono en la carta enviada a Sánchez asegura que "desde este Gobierno no permitimos ni un ataque más ni ser moneda de cambio para los que quiere romper España y llegaremos adonde haga falta".
El Congreso de los Diputados es el órgano constitucional que representa al pueblo español juntamente con el Senado, donde ya se lleva a cabo la representación territorial y donde ya se pueden utilizar las diferentes lenguas de EspañaGobierno valenciano
"El Congreso de los Diputados es el órgano constitucional que representa al pueblo español juntamente con el Senado, donde ya se lleva a cabo la representación territorial y donde ya se pueden utilizar las diferentes lenguas de España. No admitiremos que se mercadee con la soberanía nacional y la unidad de nuestra nación", prosiguen.
El Ejecutivo que encabeza Mazón exige "respeto a la Comunidad Valenciana y que nuestra lengua tenga el mismo estatus de oficialidad que las demás lenguas cooficiales del Estado. Sin chantajes ni costes innecesarios para los españoles. La Comunidad Valenciana ha de dejar de ser moneda de cambio en los pactos entre Sánchez y los separatistas catalanes". Y acaba con una advertencia: "El anterior Gobierno valenciano lo fomentaba (ser moneda de cambio con los separatistas), éste no lo tolerará. Siempre con lealtad a la constitución y con fidelidad a España".
Una legislatura muy agria
La llegada del binomio PP-Vox al frente de la Generalitat Valenciana ha supuesto desempolvar la denominada 'guerra de la lengua' por la disputa sobre la unidad de la lengua que se utiliza en Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana, bajo la denominación de catalán o la defensa del valenciano como lengua anterior al catalán.
La izquierda política en la Comunidad Valenciana siempre ha apostado por la primera fórmula y la derecha por la segunda. La denominación oficial deja claro que el español y el valenciano son las lenguas oficiales de la autonomía y a ello se va a agarrar el Gobierno valenciano de Mazón donde se defiende el siglo de oro de las Letras valencianas, anterior al registrado en tierras catalanas.
El choque Mazón-Sánchez era inevitable y el capítulo de la financiación autonómica donde –de nuevo- los catalanes podrían sacar tajada de su posición de ventaja para investir al líder socialista como presidente del Gobierno aumenta la tensión. Los valencianos están en el furgón de cola en ese modelo de financiación y ahondar en las diferencias podría convertir la legislatura en un agrio enfrentamiento que ya asoma en esta etapa temprana del actual mandato.