La demografía española, una cuestión de profundidad con dos actores protagonistas: la baja natalidad y la llegada de extranjeros al país. Una realidad que los propios datos avalan, aunque no de manera positiva. Según el portal Eurostat, durante el 2022 España registró una ligera subida en el número de habitantes, pasando de 47.398.695 personas en el año 2021, a un total de 47.432.893 en el año 2022. Un crecimiento ínfimo y casi insignificante de 34.198 personas.
¿Es tan sangrante el incremento tan leve de España durante el 2022? En términos generales, solo siete comunidades autónomas de las 17 que componen el territorio nacional notificaron un aumento en su demografía. Comunidad de Madrid, Cataluña, Andalucía, Comunitat Valenciana, Región de Murcia, Canarias y Cantabria son el elenco de zonas de España que acrecentaron sus habitantes durante el último año.
Madrid pasó de 6.755.828 personas en 2021 a 6.769.373 en 2022, Cataluña de 7.671.252 personas a 7.679.192, Andalucía de 8.502.216 a 8.519.106, Valencia 5.047.045 a 5.072.550, Murcia de 1.513.076 a 1.522.516, Canarias de 2.244.369 a 2.252.237 y Cantabria de 583.655 a 584.638. Unas estadísticas que dejan mucho que desear, sobre todo por el incremento de la población en grandes urbes como Madrid o Barcelona. Un mar de dudas que giran en torno a la cuestión demográfica, dejando en claro que España depende de los extranjeros para acrecentar sus arcas.
Parte fundamental de la cuestión radica en la tasa de natalidad en España. Según los datos del INE, durante el 2022 los nacimientos se redujeron un 2,4% y el número medio de hijos por mujer bajó hasta 1,16. Esto se traduce que dentro del territorio el escrutinio fue de 329.251 nacimientos. Una tendencia que se lleva experimentado en España desde hace más de una década, siendo la tasa acumulada del 27,6%.
Menos nacimientos, una sociedad más longeva y unos problemas económicos que lastran, a la par que animan a los jóvenes a salir del país, lo que se traduce en un crecimiento lento de la población e irregular. Más allá de las siete comunidades autónomas que han experimentado una subida de habitantes, las otras 10 restantes y Ceuta y Melilla, han reducido su demografía durante el 2022.
Los extranjeros, los responsables de mantener estable la demografía española
La llegada de extranjeros está siendo el corazón de España y nunca mejor dicho. Tanto a nivel demográfico, como en el marco económico, la incorporación de inmigrantes al sistema está dando un soplo de aire fresco a la red laboral nacional, sobre todo para salvaguardar ciertos sectores que estaban desamparados. Y es que España se convirtió durante el 2022 en el cuarto país que más inmigrantes acogió de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Un total 471.800 extranjeros, lo que supone un incremento de un 27,4% más de migrantes que en el 2021. Tal y como explica el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones "el crecimiento de los extranjeros residentes, más del doble que el producido en 2021, se debe al incremento del 12,7% de las personas con autorización de residencia, explicado en parte por la fuerte afluencia de personas desplazadas procedentes de Ucrania desde el 24 de febrero de 2022 por la invasión rusa y titulares de una autorización por Protección Temporal".
Existe una correlación directa entre las comunidades autónomas que han aumentado su demografía con la cantidad de extranjeros que alojan dichas provincias. Es más, la propia entidad indica que dos tercios de los extranjeros residentes viven en cuatro comunidades autónomas (Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana) y el 57% se concentra en siete provincias (Madrid, Barcelona, Alicante, Málaga, Valencia, Islas Baleares y Murcia).
Si entramos directamente en los datos autonómicos, la Comunidad de Madrid pasó de 982.681 extranjeros en 2021 a 1.054.584 en 2022, lo que supone una subida de 71.903 migrantes. Para poner el dato en contexto, la demografía en España solo creció unas 34.198 personas, lo que se traduce que solo en Madrid se duplicó el crecimiento nacional en lo que se refiere a extranjeros. Otro caso llamativo es Cataluña, que pasó de 1.320.022 en 2021 a 1.426.386 extranjeros en 2022, siendo parte fundamental de ampliación de su demografía durante el pasado año.
Un drama demográfico que se está latente durante el último lustro y que, por el momento, no se ha encontrado una solución viable para hacer frente a este problema que tiene una infinidad de capas, desde el éxodo que están sufriendo zonas como Castilla León, Galicia o Castilla-La Mancha, hasta como los extranjeros están sosteniendo la demografía nacional. Un nuevo paradigma que las autoridades locales y estatales tendrán que hacer frente para repoblar y mantener a raya la vida de sus ciudades.
