Primeras declaraciones de Baltasar Garzón después de la sentencia que le inhabilitaba por la ordenación de las escuchas en el marco de la trama Gürtel. En esta ocasión recibía un homenaje de grupos de Derechos Humanos en Argentina, donde es conocido por abrir la senda para juzgar a represores de la dictadura por crímenes de lesa humanidad, y donde se dio un baño de multitudes. La propia presidenta argentina, Cristina Fernández, reconocía la figura del jurista considerando su inhabilitación como "una afrenta contra la justicia universal".
Garzón aprovechaba el acto de inauguración del nuevo período legislativo para declarar respecto a su actual situación en España. "Mi conciencia está tranquila y va a seguir estándolo. No sé si otros pueden decir lo mismo. Repetiría insistentemente mi intención de investigar los crímenes del franquismo porque lo que hice está ajustado a derecho", explicó.
El juez aseguró que cuestionar que los delitos cometidos por el franquismo sean crímenes contra la humanidad es "una de las ofensas más graves que se puede hacer contra las víctimas", cuyos derechos se comprometió a continuar reclamando. "No sé cómo, pero lo voy a hacer mientras me quede un último aliento", apuntó antes de recibir otra cerrada ovación del público, entre el que se encontraba el actor Federico Luppi.
El magistrado consideró que en España hay "enormes reticencias" para reconocer los crímenes del franquismo, entre ellos el robo de niños, y se quejó de que ese delito "no mereciera una sola línea" de los jueces del alto tribunal español. "Siempre es difícil mirarse al espejo y asumir lo que ocurre en tu país. Pero que estos delitos no merezcan una sola mención es muy grave y supone representar a la línea de los gobiernos que piensan que el olvido es la única solución", señaló. "Mientras haya fosas que abrir y víctimas a las que encontrar no se puede hablar de reconciliación en España", añadió.
Acompañado por Dolores Delgado Díaz, fiscal de la Audiencia Nacional española, Garzón dijo que en España "no se ha construido una memoria histórica" y celebró la apertura en Argentina de causas por los crímenes durante la Guerra Civil (1936-1939) y la dictadura franquista. "Volvemos a vivir la historia, pero al revés", enfatizó al aludir a los procesamientos de represores de la dictadura argentina (1976-1983) que ordenó en la década de los noventa invocando el principio de "jurisdicción universal". "En su día Carlos Menem se negó a cooperar con la Justicia española. Espero que ahora no pase lo mismo en España", deseó.