La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha denunciado el número "claramente insuficiente" de efectivos en el centro penitenciario de Brieva (Ávila), donde hace dos meses ingresó Iñaki Urdangarin.
Según denuncia la asociación, este "déficit de plantilla" en la prisión se viene "arrastrando" desde hace años y aunque el centro se ha hecho "muy célebre desde que ingresase Iñaki Urdangarin", dicha "fama no ha ido acompañada del necesario incremento de la seguridad en la prisión". Es más, aseguran que la situación se ha visto agravada con capítulos como el vivido hace unas semanas cuando un periodista accedió a la zona de seguridad prohibida para el público.
En declaraciones a Vozpópuli, Rafael Sánchez, coordinador del SEPROSE (Servicio de Protección y Seguridad de la Guardia Civil) de la asociación, señala que "el problema viene de largo". Ahora, destaca "se ha incrementado por el aluvión de periodistas y curiosos que se acercan hasta la prisión. La escasez de efectivos se hace más patente porque resulta imposible reaccionar cuando se produce un imprevisto".
La unidad que se ocupa de la vigilancia y la seguridad en el centro de Brieva también lo hace en la Comandancia de Ávila, lo que lleva, según indica la AUGC, a que el número de agentes en dicho centro penitenciario sea "insuficiente". La asociación añade que los agentes destinados a la seguridad de la prisión carecen de al menos un vehículo disponible para reaccionar ante cualquier problema que surja.
Se hace imposible salir al exterior en caso de incidente, porque los agentes destinados a la cárcel de Brieva también cubren la Comandancia de Ávila
Aunque por motivos de seguridad no revelan el número de efectivos que efectúa labores de seguridad en la prisión, Sánchez asegura que están "bajo mínimos". "Dependiendo de la hora del día, se hace imposible salir al exterior en caso de incidente, porque los agentes destinados a la cárcel de Brieva también cubren la Comandancia de Ávila".
Desde el propio Servicio de Protección y Seguridad aseguran que la Dirección General de la Guardia Civil no muestra interés alguno en solucionar estas carencias, porque en la última convocatoria de vacantes, anunciada el pasado mes de mayo, sólo se publicaron siete para el Núcleo de Servicios de Ávila, que es la unidad encargada de esos cometidos, dejando otras seis vacantes sin publicar. La solución, para Sánchez, pasa por "convocar, como mínimo, el número de plazas para cubrir esas vacantes que siguen vacías".
Con todo, la asociación de guardias civiles también critica que el personal destinado a esta unidad perciba las retribuciones más bajas de todos los cuerpos policiales estatales y autonómicos. Además, denuncian, carecen de manual específico de prevención de riesgos laborales y no se les imparte formación adaptada a sus funciones profesionales.
En el caso particular de la prisión de Brieva, añaden que no sólo les falta un vehículo en el que poder llevar a cabo las labores de vigilancia. La asociación habla de carencias materiales que van desde la falta de aire acondicionado en la sala de monitores -averiado desde hace tiempo y suplido con un ventilador- hasta las persianas rotas en las dependencias policiales o el mobiliario en mal estado en las zonas de trabajo de los agentes, tal y como demuestran las fotografías tomadas en el interior del centro.