El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, el encargado de investigar los atentados de La Rambla (Barcelona) y Cambrils, ha tomado una decisión de importante trascendencia. En un auto de 9 de agosto, a escasos días de que se cumpliera el aniversario del atentado de 17 de agosto de 2017, el instructor acordó incoar un sumario por los delitos de terrorismo, que implican penas de más de 9 años de cárcel para los tres terroristas acusados de formar parte de la célula de Ripoll (Girona).
En concreto, el juez alude al artículo 572 del Código Penal que, de forma textual, establece: "Quienes promovieran, constituyeran, organizaran o dirigieran una organización o grupo terrorista serán castigados con las penas de prisión de ocho a catorce años". No obstante, un acusado podría acumular diferentes condenas, aunque, de forma general la condena efectiva no podría superar los 20 años de cárcel.
No obstante, el artículo al que alude el juez se incluye en un apartado del Código Penal que en los casos de terrorismo impone el mayor cumplimiento de las condenas en las leyes españolas, que es concreto de 40 años, pero siempre que el acusado fuera condenado por dos o más delitos de terrorismo y alguno de ellos esté castigado por la ley con una pena de prisión superior a 20 años.
Penas de cárcel
Por el contrario, el cumplimiento máximo acumulado de las penas sería de 25 años cuando el acusado fuera condenado por dos o más delitos, y alguno de ellos esté castigado por la ley con pena de prisión de hasta 20 años.
La decisión de incoar el sumario, explican expertos jurídicos a Vozpópuli, es un paso más hacia la finalización de la investigación que se inició el mismo día de los atentados. De forma frecuente cuando se incoa un sumario se envía una copia de las actuaciones a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. Además, la Fiscalía deberá decidir si se han practicado las diligencias suficientes, o por el contrario reclama la práctica de nuevas pruebas.
Andreu ha informado de esta resolución al presidente de la Audiencia Nacional, el magistrado José Ramón Navarro Miranda, y a la Fiscalía que investiga el caso, según consta en el auto al que ha tenido acceso Vozpópuli.
En la resolución, que consta de tres folios, el magistrado hace un somero relato de los hechos acontecidos en Cataluña entre el 16 y el 21 de agosto, días en los que los terroristas provocaron la muerte de 14 personas en la Rambla, de una mujer en Cambrils y de un joven en Barcelona tras ser apuñalado por el conductor de la furgoneta Younes Abouyaakoub.
En la intervención policial fueron abatidos seis terroristas, al mismo tiempo que otros dos fallecieron tras la explosión en el chalé de Alcanar (Tarragona). En la actualidad permanecen tres yihadistas presos, que son los que serán acusados de los delitos de terrorismo.
El Camp Nou
El sumario del 17-A muestra que desde el primer momento los terroristas tenían previsto atentar contra la Sagrada Familia, el Camp Nou, el festival Rototom Sunsplash de Benicasim, discotecas como Colossos o Razzmataz y "locales gays de Sitges", estos últimos ejemplo del modo de vida occidental, que según las interpretaciones radicales distraen a los musulmanes de sus preocupaciones.
Atentados de gran envergadura que habría inspirado el que fuera imán de Ripoll, Abdelbaky Es Satty, que los Mossos d'Esquadra llegan a calificar como "emir" o cabecilla de la célula terrorista cuyos integrantes manipularon el explosivo conocido como "la madre de Satán".
Precisamente, la impericia de los terroristas en la elaboración de los explosivos estuvo en el origen de la deflagración del chalé de Alcanar, en el que además del "emir" Es Satty habría fallecido el joven Yousef Aallá.
Sin embargo, en la explosión no murió el terrorista Mohamed Hichamy, quién según el sumario se encargó de descargar de internet las instrucciones para elaborar los artefactos, compró la mayor parte de la acetona e incluso era un experto en temas eléctricos, ya que trabajaba en una empresa de este sector, al igual que Younes Abouyaakoub. Hichamy fue uno de los cinco terroristas abatidos en Cambrils tras acuchillar a una mujer y provocar su muerte.