"¿Os acordáis de las líneas rojas de lo que llaman la ultraderecha? Pues mirad, ahora la oferta del PSOE en Europa es pactar con lo que llaman la ultraderecha europea. Ya veis que la grandilocuencia y los cordones sanitarios duran lo que tarda el PSOE en necesitar a los comisarios de la extrema derecha a cambio de que voten a la comisaria candidata Teresa Ribera".
Así se ha vanagloriado, durante la Junta Directiva Nacional del PP celebrada este lunes en Madrid, Alberto Núñez Feijóo de la oferta que la Alianza de Socialistas y Demócratas (S&D) ha transladado al Partido Popular Europeo (PPE) para zafarse del veto del PP a la vicepresidenta tercera del Gobierno. Un extremo, el de apoyar a Raffaele Fitto como vicepresidente económico, que fuentes socialistas en Bruselas negaban tajantemente a Vozpópuli hace escasos días y que ahora, tras la berroqueña postura del PPE, los propios socialistas ponen encima de la mesa.ç
"Los socialistas europeos efectivamente se pusieron en contacto ayer con Manfred Weber [presidente del PPE] para decirle que S&D apoyaría a todos los comisarios pendientes, incluido el propuesto por el partido de George Meloni, si el PPE apoya a Teresa Ribera", confirmaban fuentes populares a este periódico a primera hora de la mañana. ¿La respuesta del PP a dicha oferta? Una desdén absoluto, puesto que Fitto "no forma parte" del PPE, sino del Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) que Vox abandonó tras el 9-J para irse un poquito más a la derecha. En concreto, a Patriotas por Europa, la nueva coalición formada en torno al húngaro Víktor Orbán de la que Santiago Abascal fue nombrado presidente ayer. Los socialistas, eso sí, mantienen el veto sobre Oliver Várhely, el comisario del partido de Orbán.
"Es un intento a la desesperada para salvar a Ribera", zanjan en el equipo de Feijóo. En el PP, no obstante, si bien amparados por Weber con decisión frente a las "presiones descomunales" que estarían ejerciendo los socialistas, acotan en este caso su postura a título personal. Es decir, desligada de la opinión mancomunada del PPE. Para el líder de la oposición, según dijo este lunes en su discurso ante la plana mayor de su partido, la situación significa, además, que a Pedro Sánchez se le "está esfumando su credibilidad internacional".
Y no se quedó ahí. Feijóo ha metido el dedo en la llaga, dispuesto a hacer sangre, y ha aireado cómo se encontraría el presidente del Gobierno. "Me dicen que el señor Sánchez está en cólera por este asunto", ha lanzado. "Le molesta que Europa haya obligado a su ministra a comparecer en el Parlamento español…20 días después de la tragedia. Ha sido Europa la que le ha obligado a comparecer delante de las Cortes Generales para dar respuesta a sus responsabilidades", ha dicho sobre la comparecencia que Ribera dará este miércoles, en el Congreso de los Diputados.
Sobre este último extremo se ha pronunciado el alemán Hans-Peter Liese, coordinador del PPE en la Comisión de Mediambiente, una de las que examinó a Ribera en su tenso hearing del martes pasado. "Teresa Ribera no hizo ninguna concesión al PPE en su examen ni ningún esfuerzo real para obtener su aprobación, pero eso podría cambiar en los próximos días", ha dicho el dirigente de la CDU, misma formación de Von der Leyen y Weber, que libran una escaramuza íntima. Liese, eso sí, se ha abierto "a título personal" a apoyar a Ribera siempre y cuando comparezca ante el Congreso y dimita si es imputada. Las dos condiciones impuestas por los populares europeos.