El sondeo preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para las elecciones autonómicas vascas del próximo 12 de julio ofrece muy buenas perspectivas para el PNV. Los jeltzales han sido la fuerza dominante en los comicios de Euskadi a lo largo de los cuarenta años de democracia, con un breve paréntesis socialista con el Gobierno de Patxi López.
Según la última encuesta del CIS, los de Iñigo Urkullu podrían alcanzar los 34 escaños en el escenario más favorable y los 31 asientos en el Parlamento autonómico en la parte baja de la horquilla. Así, estarían cerca de alcanzar la mayoría absoluta, que podrían alcanzar pactando con el PSE-EE, que obtendría entre 11 y 13 representantes en la cámara de Vitoria.
Parece claro que el candidato del PNV volverá a ocupar el palacio de Ajuria Enea como hicieron durante ocho legislaturas seguidas sus compañeros de partido Carlos Garaikoetxea (1980-1985), José Antonio Ardanza (1985-1998) y Juan José Ibarretxe (1998-2009). Aunque habrá que ver si puede hacerlo en solitario o necesita pactos como los que a lo largo de los últimos cuarenta años ha alcanzado con los socialistas, con Eusko Alkartasuna (EA) o con Ezker Batua (EB).
Tras la aprobación del Estatuto de Gernika, el nacionalismo vasco cosechó unos muy buenos resultados en los primeros comicios celebrados en 1980. El PNV logró 25 asientos, con un 38,1% de las papeletas, mientras Herri Batasuna (HB) obtuvo 11 escaños, con el el 16,5% de los votos. Le seguía el PSE de Ramón Rubial como tercera fuerza con 9 escaños.
En 1984 se ya regía una nueva ley electoral que otorga a cada una de las tres provincias vascas 25 asientos en el Parlamento de Vitoria. Precisamente Álava se ve beneficiada en detrimento de Vizcaya. En los nuevos comicios el PNV volvió a obtener una contundente victoria, con 32 escaños y el 42% de los sufragios. Los socialistas de Txiqui Benegas pasaron entonces a ocupar el segundo puesto, con 19 asientos y el 23% de los votos. La coalición en la que participaba Alianza Popular con Jaime Mayor Oreja consiguió casi un 15% de las papeletas y siete diputados autonómicos.
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El entonces lehendakari fue sustituido por Juan Antonio Ardanza, que acabará adelantando unas elecciones tras las que acabará gobernando en coalición con el PSE hasta 1990. Herri Batasuna se mantuvo entonces en la tercera plaza con 13 escaños; los mismos que Eusko Alkartasuna, fundada por Garaikoetxea. En las cuartas elecciones autonómicas, el PNV logró recuperar oxígeno con cinco escaños más frente a un PSE de Ramón Jáuregui que se dejó tres escaños. En esos comicios se presentó por primera vez el PP con sus actuales siglas, cosechando seis asientos en la Cámara de Vitoria.
Los comicios de 1994 arrojaron un ejecutivo de coalición y supusieron uno de los peores registros para los socialistas vascos, que se quedaron con 12 asientos y un 17,1% de los votos. Los abertzales de HB les rozaban los talones. El PP de Mayor Oreja había logrado empatar con ellos en escaños. Por su parte, Ezker Batua-Izquierda Unida consiguió regresar a la Cámara vitoriana con seis parlamentarios.
La llegada de Ibarretxe
Entre 1998 y 2001 gobernó por primera vez Juan José Ibarretxe, que había cosechado el 28,01% de los votos. Es en esos sextos comicios cuando el PP de Carlos Iturgaiz, ahora repescado por Pablo Casado, obtuvo su mejor dato. Los populares vascos se convirtieron en la segunda fuerza política con 16 parlamentarios. Al otro lado del tablero, la izquierda abertzale capitaneada por Arnaldo Otegi supero a los socialistas.
Tras el asesinato del socialista Fernando Buesa en el año 2000, Ibarretxe acabó rompiendo su acuerdo con los abertzales y se vio obligado a un nuevo adelanto electoral en 2001, en el que se cosechó el mayor dato de participación (un 78,97%). La coalición del PNV-EA logró entonces 33 escaños mientras los populares obtuvieron 19 asientos y los socialistas solo 13.
Tras la legislatura en la que se fraguó el plan Ibarretxe al que dio la espalda el Congreso tras ser aprobado en Vitoria, los jeltzales perdieron cuatro asientos en 2005 frente a un PSE que logró recuperar el segundo puesto en el tablero vasco, ya con Patxi López al frente. Los populares que por entonces lideraba María San Gil perdieron cuatro parlamentarios y se quedaron con 15 asientos durante una complicada legislatura, marcada por la negociación del Ejecutivo con ETA.
La entrada de Patxi López
Ya en 2009 llegarían las novenas elecciones. A pesar de la victoria del PNV (38,5% de los votos), el socialista Patxi López se convertiría en el primer lehendakari no nacionalista en acceder a Ajuria Enea con 25 escaños en el Parlamento. Necesitó, eso sí, los 13 diputados del PP Antonio Basagoiti para convertirse en presidente autonómico. Por aquel entonces, con una izquierda abertzale ilegalizada, UPyD consiguió colarse en la Cámara de Vitoria.
Tras el paréntesis socialista marcado por el fin de la violencia de la banda armada, López adelantó las elecciones en 2012 tras su ruptura con el PP. El PNV volvió a ocupar la presidencia vasca. A pesar de bajar tres escaños, lograron concentrar un 34,1% del voto. Los nacionalistas de EH Bildu se convirtieron entonces en segunda fuerza con un 24,6% de los votos y 21 parlamentarios. Los socialistas se quedaron con un 18,9% de los sufragios y perdieron nueve escaños. El PP también se dejó tres.
En los últimos comicios de 2016, Urkullu consiguió revalidad su puesto con un escaño más que en las anteriores elecciones y un 36% de las papeletas. Bildu cayó hasta un 21,1% de los votos, obteniendo 18 escaños. Por su parte, Elkarrekin-Podemos accedió al Parlamento vasco con 11 escaños, colocándose por encima de los 9 obtenidos por el PSE-EE de Idoia Mendia. Los mismos puestos obtuvo el PP de Alfonso Alonso.
Podemos accedió en 2016 al Parlamento vasco con 11 escaños, por encima de los 9 del PSE de Idoia Mendia
Ahora, los morados podrían mantener sus actuales diputados según el sondeo del CIS. Su candidata Miren Gorrotxategi podría alcanzar hasta 12. Por su parte, los nacionalistas de EH Bildu se mantendrían como segunda fuerza con 18 ó 19 escaños. Quien no sale nada bien parado de la encuesta del CIS es la coalición formada por PP y Ciudadanos, a la que otorga entre 3 y 6 parlamentarios. Vox no parece tener opciones de entrar en el Parlamento de Euskadi, con sólo un 1% de los votos estimados.