La visita de Juan Carlos I a Sanxenxo este fin de semana, confirmada por el alcalde de la localidad pontevedresa, provocará un gran despliegue de seguridad: "El viaje ya es público y todas las miradas estarán puestas allí, por lo que no se va a escatimar en efectivos". Para garantizar el blindaje al Emérito, van a movilizarse recursos de Casa Real, el Ministerio del Interior y la Policía Local. Los desplazamientos por carretera del exmonarca y su presencia en el Club Náutico serán dos claves del dispositivo.
Así lo confirman a Vozpópuli fuentes próximas a los servicios de seguridad de Casa Real y con experiencia en la organización de este tipo de despliegues de seguridad. Estos agentes afirman que, en Abu Dabi, Juan Carlos I disponía de dos coches a su servicio y de otros dos que aportaba el país emiratí. En su visita a Sanxenxo, sin embargo, el dispositivo puede ser aún mayor.
Según estos expertos, "lo lógico es que Casa Real aporte otros dos vehículos a los dos habituales que utiliza el Emérito para sus desplazamientos, y que el Ministerio del Interior ponga otros dos". Además, añaden, "hay que sumar un coche y dos motos de Tráfico".
Caravana y 15 escoltas
El objetivo es garantizar la máxima seguridad para Juan Carlos I en su desplazamiento hasta el puerto de Sanxenxo y, por ese motivo, se formará "una caravana" con hasta seis vehículos y un mínimo de 15 escoltas.
El rey emérito irá acompañado, en el vehículo en el que él viaje, por el chófer, su ayudante de cámara, y un tercer escolta. Delante de ese coche, se situará otro "vehículo de lanzadera" con otros dos escoltas. A esos dos vehículos habría que sumarles otros dos más que aportaría Casa Real, con otros dos agentes en cada uno de ellos.
La media docena de coches se alcanza con los aportados por el Ministerio del Interior: "Serán de la Policía Nacional o de la Guardia Civil, y en cada uno de ellos habrá dos o tres escoltas". Todos ellos, añaden las fuentes consultadas, irán vestidos de paisano.
Los únicos agentes uniformados que acompañarán esa caravana, aunque no sean considerados escoltas, son los guardias civiles de la Dirección General de Tráfico que irán en el coche y en las dos motos de la DGT.
Drones, buzos, policías locales...
Si la seguridad durante el desplazamiento de Juan Carlos I se considera fundamental, también se dará la máxima importancia a la protección del Emérito en el Club Náutico. Dentro del recinto, explican las fuentes consultadas, "solía disponer de dos furgonetas blancas para moverse". No obstante, "con tanta expectación no está claro que pueda moverse con tanta libertad".
Las fuentes consultadas ven "viable" que Juan Carlos I "se deje ver" y que, incluso, pueda realizar unas breves declaraciones ante los medios. De esta forma, se cumpliría el objetivo del propio Emérito y de sus amigos, que no querían una visita "a escondidas" del exmonarca. Esa comparecencia, en todo caso, tendrá que ser analizada por los servicios de seguridad.
La protección en el puerto de Sanxenxo será, tal y como adelantó Vozpópuli, por tierra, mar y aire. Las fuentes consultadas destacan la movilización de los GRS de la Guardia Civil, de la Policía Local de Pontevedra, y también de la unidad de buzos procedente de La Coruña. También está prevista la actuación de la unidad canina e incluso de agentes de los TEDAX.
Para garantizar también la seguridad desde el cielo, el Equipo PEGASO de Pontevedra dispone de tres aviones no tripulados y también de un rifle antidrones, para interceptar cualquier vuelo no autorizado de estos dispositivos. Además, las fuentes consultadas apuntan a la movilización de varios helicópteros en la zona durante el fin de semana.
La residencia de Juan Carlos I
En cuanto a la residencia de Juan Carlos I en su visita a Sanxenxo, las fuentes consultadas recuerdan que el Emérito ya ha usado, en el pasado, el chalet de Pedro Campos, quien este miércoles ha confirmado a EFE que así será también en esta ocasión, una vivienda que es ya conocida por lo medios y por los curiosos.
Si no hubiese elegido la residencia de Campos, también destacaban otras opciones. El periodista Fernando Ónega, amigo personal de Juan Carlos I y el encargado de confirmar su viaje a Sanxenxo el próximo fin de semana, también dispone de una vivienda próxima al Club Náutico. Se apuntaba, también, a la residencia de un antiguo tripulante de El Bribón, muy próximo al Emérito.
Sobre la seguridad de la que dispondrá el padre de Felipe VI en su lugar de residencia, las fuentes consultadas destacan que "lo habitual es que haya tres escoltas con él dentro de la vivienda, y otros tantos fuera".
Basset
Revelar el dispositivo de seguridad de una persona tan vulnerable no es periodismo. Nunca lo fue. Compruebo aquí que el standar ético de Vozpopuli está tan degradado como casi todo lo que suele denunciar. ¡Pobre España!
Leonidas
Ahora los medios y el gobierno basura ya tienen entretenimiento para no hablar de lo importante. España, vaya ruina.