El dueño del Madeira Invest Club, Alvaro Romillo, ha declarado este miércoles ante la Audiencia Nacional en el marco de la investigación por una presunta financiación ilegal del partido de Alvise Pérez, Se Acabó la Fiesta. El empresario del mundo 'crypto' ha ratificado ante el juez la denuncia presentada ante la Fiscalía contra el eurodiputado sevillano y ha reconocido que le entregó 100.000 euros en efectivo a las puertas de las elecciones europeas.
Según informan a Vozpópuli fuentes presentes en el interrogatorio, Romillo ha reconocido que el pago a Alvise lo hizo a la espera de "favores futuros", tanto por su influencia a través de su canal de Telegram como por su "futuro poder". En ese momento, tal y como aparece recogido en los mensajes intercambiados entre el empresario y Alvise, el político sevillano buscaba cubrir "necesidades" de cara al proyecto europeo y "fondos que no requieran ser controlados por el Tribunal de Cuentas".
Este miércoles, el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 4 había citado también a declarar de forma voluntaria. No obstante, el eurodiputado ha rechazado venir a declarar al entender que como aforado sólo puede ser citado como investigado en el Tribunal Supremo. Así lo manifestó, anteriormente, su defensa en un recurso en el que acusa al juez de "extralimitarse" en sus competencias al fijar una fecha concreta en lo que se supone que es una comparecencia voluntaria.
El pasado mes de septiembre, el juez de la Audiencia Nacional José Luis Calama admitió a trámite la denuncia presentada por Álvaro Romillo por delito de financiación ilegal. En el auto de apertura de diligencias, el juez detallaba "dada la implicación que en la denuncia presentada por Álvaro Romillo Castillo se atribuye a Luis Pérez Fernández en la promoción" Alvise "pudiera tener la consideración de cooperador necesario o cómplice en el delito de estafa agravada" y le citaba a declarar para este 20 de noviembre.
La declaración de este miércoles se sitúa en la apertura de una pieza separada, independiente a la causa principal que sigue la Audiencia Nacional contra el influencer del mundo 'crypto'. La pieza principal del caso sigue la pista de un entramado empresarial radicado en España y el extranjero después de que cientos de inversores de criptomonedas denunciasen al empresario Álvaro Romillo -alias 'Luis Cryptospain'- por un presunto delito de estafa y apropiación indebida.
El Madeira Invest Club, la plataforma por la que Romillo consiguió gran parte de sus inversores en criptomonedas, contaba con lazos en diferentes puntos del globo. Nuevo México y Orlando eran las ubicaciones promocionadas en las webs de 'Cryptospain' como el epicentro del negocio, no obstante, la cuenta donde se recibían los beneficios del selecto club de 'Crryptospain' estaba a nombre de una de las empresas del denunciante de Alvise, Sabroso Lda, con sede en Viseu. Las cuotas abonadas por los inversores eran abonadas a la cuenta de la sociedad portuguesa.