Tres sociólogos de distinta procedencia, Narciso Michavila, José Juan Toharia y José Félix Tezanos, coinciden en su diagnóstico: el voto del miedo no le servirá por sí solo a Mariano Rajoy para ganar las próximas elecciones generales. En otras palabras, que por mucho que el PP jalee en la próxima campaña el castigo que supondría para los españoles un Gobierno capitaneado por Pedro Sánchez con el concurso de Pablo Iglesias, las urnas no le darán la mayoría suficiente como para gobernar la próxima legislatura.
Tezanos argumenta que el auténtico miedo no es el que quiele jalear Rajoy, sino el que tienen los jóvenes ante el futuro
En opinión de José Félix Tezanos, un experto en demoscopia muy cercano al PSOE, más que miedo lo que tienen los jóvenes es pánico ante el futuro que les aguarda. Ese, asegura, es el principal voto del miedo que puede operar en las próximas elecciones. Y también el de 11 millones, aproximadamente, de ciudadanos que tienen poco o nada que perder puesto que sufren la precariedad laboral, han perdido su puesto de trabajo o no consiguen llegar a fin de mes. Además, lo que ocurra en Grecia, asegura el sociólogo, no le va a afectar a esta capa del electorado, aunque sí puede tener bastante incidencia sobre el votante del PP y los sectores más moderados de la sociedad.
Narciso Michavila, de GAD3, tiene claro que si Rajoy no reacciona a tiempo, y le queda poco, puede ocurrirle lo que en enero le pasó a Antonis Samaras en Grecia, cuando se pegó el batacazo frente a Syriza eligiendo únicamente el sufragio del canguelo como arma electoral. El no haber puesto el acento en aquellos comicios en la realidad que observaba el pueblo heleno, cuando la pobreza se extendía en las calles, le costó caro. En España, el huracán Katrina discurrió lento y duró desde 2008 hasta el segundo semestre de 2013, arrasando una parte considerable del mercado laboral y dejando a su paso más de cuatro millones de parados. En ese periodo, la masa salarial cayó el 25% y pagaron el pato, sobre todo, quienes tenían contratos temporales y disponían de menos formación. El Gobierno de Rajoy fue capaz de evitar el rescate, pero ahora tiene que rescatar la economía de los españoles, resume Michavila, quien coincide con José Juan Toharia, presidente de Metroscopia, en que o el PP se saca de la manga ahora medidas contundentes para proteger a los más desfavorecidos, o tendrá muy difícil salir airoso en las próximas legislativas. Sus encuestas reflejan que una gran mayoría de los electores reconocen el mérito de este Gobierno de haber salvado a España del mismo destino que sufrieron países como Portugal o, en el peor de los casos, Grecia, pero al mismo tiempo, le reprochan haber obligado a pagar un precio muy severo a amplias capas de la sociedad.
Presupuestos con medidas contundentes
A la vista de la decisión del Gobierno de llevar al Congreso los Presupuestos de 2016 e intentar aprobarlos antes de que acabe la legislatura, parece que Rajoy ha dado por buenos los razonamientos de los sociólogos. Una vez que la semana que viene se apruebe el techo de gasto, el Consejo de Ministros estudiará las cuentas del año que viene para remitirlas a las Cortes con el objetivo de que pasen por la Cámara Baja y por el Senado antes de que se disuelvan. Será una plataforma ideal para lanzar el programa electoral con el que el PP concurrirá a las elecciones y el tradicional libro amarillo, aseguran en este partido, se convertirá en esta ocasión en una especie de contrato con los electores, oportunidad a la que renunció Zapatero en 2011 cuando, acuciado por los mercados, tiró la toalla, convocó elecciones y dejó al Ejecutivo del PP la patata caliente de elaborar unos Presupuestos restrictivos que fueron los auténticos cimientos de la recuperación económica.
Rajoy, aseguran los expertos, tiene pocos meses para reparar los destrozos que el 'Katrina' dejó en la economía española
Estos mismos sociólogos no le conceden excesiva importancia al calendario electoral, pues dan por agotada la legislatura. Tezanos considera imprescindible, eso sí, que la fecha de las legislativas sea pactada por Rajoy con Pedro Sánchez, por lo menos para que puedan dar una respuesta conjunta al desafío secesionista en Cataluña si llegan a celebrarse, finalmente, las elecciones autonómicas del 27 de septiembre. También coinciden los expertos en que si el presidente del Gobierno llegara a convocar las generales junto a las catalanas, la desmovilización del electorado nacionalista sería más visible, por lo que esta apuesta acabaría debilitando el proceso independentista que se vive en Cataluña desde hace dos años. Veremos.