España

Entrevista a Edmundo Bal: "¿Cómo voy a ser sanchista si Sánchez me arruinó la vida?"

Edmundo Bal se presenta como un candidato de "transición" hasta la llegada de un "nuevo Albert Rivera". Afirma que ofreció a Inés Arrimadas seguir en la portavocía del Congreso en una lista de consenso y que la presidenta de Cs también lo rechazó

  • Entrevista a Edmundo Bal sobre su candidatura para liderar Ciudadanos

Edmundo Bal sube la Calle del Prado con paso firme. Le acompaña quien ha sido su inseparable escudero desde que Bal anunciase que presentaba su candidatura para liderar Ciudadanos, la diputada Mari Carmen Martínez. Ha sido una dura sesión en el Congreso de los Diputados contra las últimas maniobras de Pedro Sánchez para contentar a sus socios independentistas, la eliminación del delito de sedición y la rebaja de las penas por malversación. Y también ha sido el día en que Bal ha anunciado a los principales candidatos de su lista para liderar la formación naranja, una candidatura en la que se encuentra el número 2 de Begoña Villacís, Santiago Saura, como candidato a la secretaría general del partido o diputados como Sara Giménez y la mencionada Martínez.

"Hoy ha sido un gran día", afirma Bal antes de entrar en el local escogido para la charla. Antes de su llegada, un grupo de personas ciegas se hacía una foto frente al restaurante (una escena cuanto menos llamativa) y los últimos vestigios de una cena de empresa abandonaban el lugar al más puro estilo Pantomima Full.

A la espera de que Inés Arrimadas ofrezca los nombres de su lista de consenso, por el momento solo conocemos la propuesta de Edmundo Bal. Un día antes de que el ex abogado del Estado anunciase a los principales componentes de su candidatura, hizo una última oferta a Arrimadas en la que esta conservaba su puesto como portavoz en el Congreso de los Diputados. Es la primera vez que Bal realizaba una oferta de estas características porque hasta ahora había pedido que abandonase su cargo y fuese una diputada rasa. La actual presidenta de Cs rechazó la propuesta.

Un jugador ya ha puesto las cartas sobre la mesa. Falta por conocer el otro mazo. En cualquier caso, si el proyecto de Bal triunfa será gracias a Pedro Sánchez, el hombre que lo echó de la Abogacía del Estado por no firmar un escrito de acusación contra el procés en el que no creía y auspiciado por el Gobierno socialista. "¿Cómo voy a ser sanchista si Pedro Sánchez me ha arruinado la vida?", asevera refiriéndose a las acusaciones que le hacen de querer pactar con Sánchez.

Edmundo Bal, cómo le gusta el rock and roll…

Me gusta mucho. Me gusta meterme en líos. Eso es lo que dice siempre mi mujer. Es que hay cosas que no puedo dejar de hacer, porque si no las hago, siempre me quedaría pensando qué hubiera pasado si hubiera actuado de otra forma. Lo que estoy haciendo por Ciudadanos no me conviene nada personalmente. El mejor plan hubiera sido vivir cómodamente en el Congreso de los Diputados, decir que sí a todo lo que dijera la dirección del partido, comulgar con ruedas de molino, seguir haciendo mis discursos y participando en la Comisión de Justicia (que me encanta)... y cuando llegue enero de 2024 haber sacado cero diputados y volverme a la Abogacía del Estado o a un despacho de abogados top a ganar dinero. Pero es que cuando veo que la Refundación va a terminar en falso, que no va a ser creíble y que yo estoy aquí porque quiero salvar este proyecto, si no doy el paso adelante, si no me meto en líos, luego qué voy a pensar de mí mismo. Prefiero hacerlo, que sea lo que Dios quiera, pero desde luego que no quede por mí el hacer algo para que el único partido de centro liberal y progresista que hay en España salga del escollo en el que se encuentra.

Echo en falta en la lista que ha presentado este miércoles algún nombre de peso de Ciudadanos en Europa. ¿No ha sido capaz de convencer a nadie de este ámbito?

El grupo parlamentario europeo es un valor, un activo en este partido que es absolutamente descomunal. Sí, yo he estado hablando durante todo el proceso de refundación con Adrián Vázquez, que me parece espectacular, una de esas personas con un talento descomunal. Él es el cerebro intelectual de la refundación, que ha sido magnífica, pero cuando llega a su fin alguien tiene que decirle a la líder del partido que no se puede convertir en nuevo lo viejo con las mismas caras, que hay que darle un giro al partido en función de lo que los afiliados han dicho.

Es imposible que en la nueva ejecutiva no haya gente de Europa, porque son gente valiosísima. Una de las personas que me ha llamado y ya no está en el partido es Javier Nart, que es un tipo espectacular. Los dos nos enfrentamos en un asunto de muchísima envergadura, que fue el accidente en Barajas del avión de Spanair y ahí, a base de darnos tortazos, al final nos hicimos amigos. Nart me apoya, aunque no puede votar, pero es un referente para muchos en Cs. Con Maite Pagazaurtundúa y Eva Pocheva también tengo excelente relación.

No habrá entre los 350 diputados nadie a quien le caiga peor Pedro Sánchez que a míEdmundo Bal, portavoz adjunto de Ciudadanos

Usted defiende que Cs debe dejar de ser asociado a la derecha, a un partido de derechas. ¿Cree que es momento de reivindicar pactos con la izquierda con el rechazo que provoca el sanchismo?

No se trata de pactar con Sánchez. ¿Cómo voy a pactar yo con Sánchez si me arruinó la vida? No habrá entre los 350 diputados nadie a quien le caiga peor que a mí. Me arruinó la vida y al final las cosas salieron bien porque Albert Rivera se fijó en mí y me metió en este trabajo apasionante que es la política. Lo que defiendo es que hagamos una oferta atractiva para el centro-izquierda. Se trata de ensanchar los límites ideológicos del partido, de que no parezcamos un partido de derechas. Porque entonces esos huérfanos del partido socialista que están escandalizados con la política sectaria de Sánchez, que está humillando a España y arrojándola en brazos del separatismo, no tienen a quién votar.

Si somos un partido de centro-derecha solamente, no vamos a echar a Sánchez nuncaEdmundo Bal

Y no van a votar a Feijóo. Cuando llegó Alberto Núñez Feijóo se produjo un efecto suflé. Parecía que había muchos socialistas que iban a votar a Feijóo y, ¿cuánto ha durado eso? Nada. Apelo a ese centro progresista que cree en el estado del bienestar, pero al que no le horrorizan los impuestos bajos. El propio Zapatero dijo que esto era compatible. También defendemos lo mismo que decía Alfredo Pérez Rubacaba, que no se puede pactar nunca con los separatistas. Acercarse a las personas que piensan así es la forma de echar a Sánchez. Si somos un partido de centro-derecha solamente, no vamos a echar a Sánchez nunca. Nosotros somos el tercer bloque, no estamos ni en un lado ni en el otro y tenemos que servir de bisagra.

Hay pesos pesados como Begoña Villacís que no confían en su proyecto… ¿Contará con ella igualmente si gana las primarias?

Sería la persona que más desearía incorporar porque me parece un valor político espectacular. Es una bestia, un animal político. Y además fue mi madrina política cuando entré en Ciudadanos. Era la persona que me aconsejaba. Por poner un ejemplo gracioso, recuerdo el primer día, nada más llegar a mi presentación, el día 19 de marzo del año 2017, en un parque de Majadahonda. Íbamos andando por la calle con los fotógrafos haciéndonos fotos, no me conocía nadie y me dijo "quítate las gafas de sol, los políticos no llevamos gafas de sol". Hasta ese punto era mi madrina política. Por cierto, me desmintió aquellas declaraciones en las que dijo que apoyaría cualquier lista en la que no estuviera yo. Apoye a quien apoya, si gano la llamaré para que forme parte de mi ejecutiva y rememos juntos.

Begoña Villacís es la persona que más desearía incorporar a mi proyecto, fue mi madrina políticaEdmundo Bal

¿Cree que el cambio en Ciudadanos puede venir de quien ha sido la mano derecha de la líder actual?

Sí, porque el proyecto es claramente diferente. Se necesita un nuevo liderazgo, un contrapeso de poderes entre unos y otros, menos cesarismo, más participación del afiliado, hablar de temas propios que hemos abandonado, como la reforma del régimen electoral general, que será nuestra bandera de toda la vida. Creo que ahora hablamos de cosas que interesan menos a la gente. Quiero que volvamos a ser útiles. Caras nuevas, talento, gente fresca y gente conocida como el propio Francisco Igea. Es mi proyecto, y es distinto de lo que se ha venido haciendo con un resultado muy malo. También hay que tener en cuenta otra cosa, y es que tenemos unas elecciones en cinco meses. Bien hubiéramos querido no tenerlas, tener una situación de calma, no ser yo el que da este paso y haber construido un liderazgo nuevo. Pero para eso hace falta tiempo, un nuevo líder no sale de la noche a la mañana. Ante el poco tiempo necesitamos alguien que ya se conozca. Pero quiero dejarlo muy claro, mi liderazgo será un liderazgo de transición hasta que se construya un nuevo Albert Rivera.

Mi liderazgo será un liderazgo de transición hasta que se construya un nuevo Albert RiveraEdmundo Bal

Hablando de Rivera, ¿va a intentar que vuelva gente de Cs que se fue?

Sí, principalmente en ayuntamientos y a la gente a la que purgó Fran Hervías, hablando claro.

Tras el fracaso de las elecciones en Madrid, ¿considera que está legitimado para presentarse como revulsivo en las encuestas?

Nos afectó lo que pasó en Murcia, con el pacto para retirar al alcalde del PP. Tras este hecho, la demoscopia nos daba una intención de voto inferior al 1%. También estaba Isabel Díaz Ayuso completamente disparada, con una campaña tremendamente polarizada, ¿te acuerdas de aquello del comunismo o libertad? No había términos medios. Y a pesar de eso, de estar por debajo del 1%, me votó el 3,57%, es decir, pegamos una remontada espectacular. Si hubiera sido Cataluña, hubiéramos entrado, pero aquí la barrera electoral es del 5%. De haber entrado, ahora probablemente sería vicepresidente de la Comunidad de Madrid. Porque al entrar, al superar la barrera, inmediatamente tenías como 7 escaños en la Asamblea. También cometimos errores como poner una línea roja a Ángel Gabilondo, que inmediatamente se echó en brazos de Pablo Iglesias. Yo quiero que las campañas de Cs sean las de Paco Igea.

Quiero que las campañas de Cs sean como las de Francisco IgeaEdmundo Bal

¿Le han llamado de la candidatura de unidad para hacerle una oferta?

En absoluto. Nada más allá de las conversaciones con Inés Arrimadas, en las que no dio un solo nombre. Pero es que no me han llamado a mí ni a mis compañeros del Congreso. ¿Cómo se puede tener una candidatura de unidad sin llamar a los miembros del grupo parlamentario nacional? Lo de 'unidad' me parece más una palabra vacía, manoseada, que una realidad.

¿Se ha sentido defraudado por compañeros de Ciudadanos? ¿Y por Inés Arrimadas?

Ha sido una experiencia poco agradable entrar en el barro con mis compañeros de partido. Recuerdo la última ejecutiva ampliada, en la que se contó falsamente que mi conflicto con Inés venía por la ¡Ley del solo sí es sí'. Es verdad que después de esa ejecutiva pasé dos o tres días triste y me parecieron injustas las cosas que se decían. No hubo ninguna discrepancia con esta ley. Pero te digo que este partido tiene un proyecto para mí tan apasionante que me defraudo poco con los compañeros. Estoy dispuesto a integrar en mi ejecutiva a miembros de la otra candidatura y que juntos superemos los obstáculos que nos presenta 2023. Sobre todo con esa idea de pensar en el medio y largo plazo, no en quedarme yo en el sillón simplemente por mi mayor gloria, que no tengo ninguna gana. De hecho, una de las ofertas que le he hecho a Inés ha sido renunciar a todos mis puestos, a todos. Mis compañeros tienen todo el derecho a discrepar de mí, pero las cosas hay que hacerlas con educación, elegancia y respeto.

¿Y cómo integraría a Arrimadas? Su petición es que dé un paso al lado y deje la portavocía del Congreso...

Exacto. Pero este mismo martes, un día antes de anunciar mi lista, le ofrecí que se quedara de portavoz en el Congreso de los Diputados. Y tampoco es suficiente. Le ofrecí quedarse de portavoz en el Congreso de los Diputados y que negociáramos el resto de puestos, ¿con qué objetivo? Pues que haya un contrapeso de poderes, que el afiliado no viera que todo es como antes, que Ciudadanos es un partido nuevo. Cambiando podremos convencer a la gente que está huérfana del Partido Socialista de Sánchez.

¿Y por qué rechazó su oferta? ¿No es lo que quería?

No, porque su postura negociadora al final ha terminado siendo su plan inicial, que es el plan por el cual yo levante la mano un día y discrepé. Es decir, poner a sus títeres y quedarse de portavoz en el Congreso.

Una cosa que queda pendiente de la refundación es la futura imagen de Ciudadanos. ¿Habrá cambio de logo o color?

En el seno de los trabajos de la refundación ya se han estudiado diversas propuestas y son muy atractivas, no puedo desvelar ninguna, porque ahí hay que currar todavía bastante. Es que la refundación todavía no ha terminado y por eso la importancia de que esto termine bien. El nombre no parece que vaya a cambiar, todos estamos enamorados de 'Ciudadanos'. Jurídicamente hablando, es un nombre muy bonito, porque el ciudadano se crea después de la revolución francesa, en 1789, cuando la gente deja de ser súbdita del rey y se convierten en ciudadanos con derechos frente al poder.

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