España

Bolaños, en la cuerda floja tras el 'golpe' del Constitucional: "No le ha salido bien"

El ministro de Presidencia, autor intelectual de la treta jurídica con la que Moncloa intentó propiciar la renovación del TC, se ha convertido en el blanco de los socios del Gobierno

  • El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, este miércoles, en el Senado. -

La posición de Félix Bolaños en el consejo de ministros está comprometida. El ministro de Presidencia es el autor intelectual de la treta jurídica con la que Moncloa intentó propiciar la renovación del Tribunal Constitucional, paralizada precisamente por el órgano de garantías tras aceptar el recurso del PP. Ahora, al Gobierno no le queda más remedio que dilatar un poco más el cambio en el TC, que ya está preparando mediante una proposición de ley de los grupos socialista y de Unidas Podemos en el Congreso y que tendrá que realizar todo el recorrido legislativo de primeras. El jarro de agua deja mojado a Bolaños por mucho que el Gobierno le parapete en la agresividad del TC.

Una fuente que le conoce bien asegura que el lío del Constitucional demuestra que "no le ha salido bien" la jugada. Hasta los aliados del bloque de investidura en el Congreso cargan contra el titular de Presidencia. "Ha sido una cutrez", sintetiza a este diario una fuente que ha negociado con él a menudo. El núcleo duro del Gobierno, no obstante, le defiende. Y su entorno prefiere no entrar en valoraciones sobre si ha salido reforzado o queda tocado.

De lo que no hay duda es de que el Ejecutivo, al menos, está intentando sacar rédito electoral del lío gracias al choque con el Constitucional. Porque no solo le ha permitido cohesionar a la mayoría parlamentaria que le sustenta, sino que ha podido sacar del foco la reforma de la malversación -y el borrado de la sedición-, que sí sigue su tramitación en el Senado.

El PSOE, aliviado por el olvido de la malversación

Es importante recalcar que el TC solo paralizó el contenido de la ley que se añadió en las enmiendas que modifican la ley orgánica del Poder Judicial y del TC. Así, ni la reforma de la malversación ni el cambio en el código penal que borra la sedición para establecer un nuevo tipo de desórdenes públicos agravados y que rebajan las penas, se verán afectados.

Todo un alivio para el PSOE, porque esas concesiones del Ejecutivo a los independentistas de ERC eran la que más daño hacían al partido, al que habían tensionado hasta niveles insólitos con llamadas al orden desde Ferraz. Tanto, que algunos de sus barones, como el castellano-manchego Emiliano García-Page y el aragonés Javier Lambán, se opusieron a ellas con dureza. Hasta el líder del PSOE de Madrid, Juan Lobato, reprochó a Sánchez ese "traje a medida" de los delincuentes. Page dixit. Pero el presidente de Castilla-La Mancha, defendió este martes al Gobierno. Todo un giro que da cuenta de la importancia del 'efecto' provocado por Moncloa.

Moncloa busca controlar el tribunal de garantías, pendiente de renovación desde hace seis meses. Todas las quinielas están puestas, además, en el magistrado del TC afín al PSOE Cándido Conde Pumpido para relevar en la presidencia a Pedro González-Trevijano, afín al PP. Pero hasta que no se apruebe en el Congreso la proposición de ley que pretende, el Ejecutivo se queda sin el control del Constitucional.

La batalla por el TC

Cabe recordar que ese es su gran objetivo de cara a frenar los recursos de inconstitucionalidad que pesan sobre algunas de sus leyes y ante el contexto de negociación con la Generalitat de Cataluña en la mesa de diálogo. Toca reseñar que el PSOE negocia la celebración de una consulta pactada sobre el acuerdo al que se llegue en dicho órgano de negociación entre ejecutivos para contentar a los secesionistas de ERC, al mando del Gobierno catalán, tras su ruptura con Junts -el ala fuerte del independentismo-.

El sentir del Gobierno es que se ha producido un reagrupamiento "lógico" de los partidos que sustentan al Ejecutivo en el Congreso con lo que consideran una "tropelía" del Constitucional. Lo cierto es que Moncloa salió en tromba para advertir a los españoles de la "gravedad" de la decisión del TC. Las comparecencias en la noche del lunes de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet; del presidente del Senado, Ander Gil; del ministro de Presidencia, Félix Bolaños y la del presidente del Gobierno este martes han servido para colocar el mensaje de que los jueces han perpetrado un 'golpe'. Pero nada más lejos de la realidad.

Lo cierto es que este lío de Bolaños con el TC no es el único que le salpica. El escándalo de Pegasus, el software espía que afectó a varios teléfonos de ministros, incluido el del presidente del Gobierno, también le tocó. Aunque de aquella jugada salió victorioso, pues Pedro Sánchez le dio la competencia para gestionar los secretos oficiales en detrimento de la ministra de Defensa, Margarita Robles, con quien estuvo enfrentado por la responsabilidad sobre la protección del teléfono de Sánchez y ganó.

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli